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La ketamina podría aliviar con rapidez la depresión difícil de tratar

LUNES, 27 de diciembre de 2021 (HealthDay News) -- La ketamina, que fue famosa como droga de "diseño", puede mejorar con rapidez la depresión difícil de tratar y frenar los pensamientos suicidas, confirma una nueva revisión.

En los últimos años, la ketamina ha surgido como un medicamento casi milagroso para algunas personas que no mejoran con los antidepresivos estándar.

La ketamina podría aliviar con rapidez la depresión difícil de tratar

En estos pacientes, que podrían haber probado múltiples medicamentos convencionales, la ketamina puede aliviar rápidamente los síntomas de depresión, incluso en un solo día. Los expertos aseguran que la respuesta rápida es particularmente esencial para las personas que tienen un riesgo de autolesionarse.

La nueva revisión, que se publicó en una edición reciente de la revista British Journal of Psychiatry Open, reúne toda la investigación publicada sobre la ketamina como tratamiento para los trastornos psiquiátricos. Y encontró que, para la depresión resistente al tratamiento y los pensamientos suicidas, el medicamento puede tener unos efectos rápidos y "robustos", aunque de corta duración.

"Es importante enfatizar que el medicamento no funciona para todo el mundo", comentó la investigadora sénior, Celia Morgan, profesora de la Universidad de Exeter, en Inglaterra.

La ketamina tampoco es fácil de tomar. Se debe administrar bajo supervisión médica, anotó Morgan, para que los médicos puedan vigilar los efectos "disociativos", o lo que las personas podrían llamar "drogarse".

La droga no es psicodélica, pero en general provoca alteración en la percepción de la realidad, por ejemplo alucinaciones, poco después de que se administra. Morgan dijo que también puede provocar un aumento a corto plazo en la presión arterial.

Entonces, antes de que una persona pruebe la ketamina para la depresión, aconsejó, debe recibir una evaluación médica y psiquiátrica completa para asegurar que es adecuada para ella.

La ketamina se aprobó inicialmente en Estados Unidos hace décadas como anestésico. Debido a sus efectos de alteración mental, también se llegó a abusar como droga de fiestas, y se conocía con apodos como "special K".

Pero hace mucho que los investigadores son conscientes del potencial del medicamento, a unas dosis bajas en condiciones bien controladas, para tratar los síntomas psiquiátricos. La ketamina no está aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. para tratar la depresión. Pero los médicos pueden recetarla para este fin "fuera de etiqueta, y lo hacen.

Y en 2019, la FDA aprobó un derivado de la ketamina, llamado esketamina (Spravato), para la depresión que no ha respondido a al menos dos antidepresivos estándar.

A diferencia de la ketamina, que se administra por vía intravenosa, la esketamina es un aerosol nasal. Pero de cualquier forma se debe administrar bajo supervisión médica, porque tiene los mismos efectos secundarios.

Dado que la esketamina tiene la aprobación de la FDA para la depresión, se ha convertido en una opción más práctica, según unos psiquiatras que no participaron en la revisión.

"Es mucho más fácil obtener cobertura de seguro para la esketamina", apuntó el Dr. Paul Nestadt, codirector de la Clínica de Trastornos de Ansiedad Johns Hopkins, en Baltimore.

Aunque ha participado en investigación sobre la ketamina, Nestadt apuntó que, en la práctica, receta la esketamina.

No está del todo claro cómo estos fármacos alivian la depresión con tanta rapidez. Pero los investigadores saben que la ketamina tiene distintos objetivos en el cerebro que los antidepresivos estándar, y esto incluye mejorar la actividad de un compuesto llamado glutamato, que ayuda a las células cerebrales a comunicarse entre sí. Los estudios también sugieren que la ketamina fomenta el resurgimiento de las sinapsis, que son las conexiones entre las células del cerebro, que pueden mermarse en las personas con una depresión duradera.

Con la esketamina, apuntó Nestadt, hay un protocolo de tratamiento establecido: se usa en combinación con un antidepresivo estándar, comenzando con dos dosis por semana durante el primer mes, luego una dosis semanal en el mes siguiente, y reduciéndose más de ahí en adelante.

Pero la duración de este periodo de mantenimiento "no está definida", dijo el Dr. Joshua Berman, profesor asistente de psiquiatría del Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York.

En los primeros años de la investigación, anotó, el foco fue comprender los efectos rápidos de la ketamina.

"Colectivamente, nunca habíamos visto nada como esto", apuntó Berman.

La pregunta de investigación actual es cuánto tiempo duran en realidad los efectos antidepresivos.

Tampoco está claro, según la revisión, si la ketamina ayuda con otros trastornos psiquiátricos, como el trastorno por estrés postraumático, el trastorno obsesivo compulsivo, y la dependencia de las drogas.

Los investigadores examinaron 89 estudios publicados, algunos de los cuales evaluaron la ketamina para estas afecciones a corto plazo. Pero aunque hubo algunos efectos "positivos", apuntó el equipo de Morgan, los resultados se deben interpretar con precaución en este momento.

En cuanto a las personas con depresión, tanto Berman como Nestadt enfatizaron la importancia de una evaluación psiquiátrica completa, junto con un historial médico, antes de iniciar la ketamina o la esketamina.

Por todo Estados Unidos, están surgiendo "clínicas" de ketamina, pero algunas son administradas por anestesiólogos, no por profesionales de la salud mental.

"[La ketamina] no es una terapia de primera línea para la depresión", enfatizó Nestadt. "Primero se debe tener una buena evaluación, y se debe comenzar con tratamientos que han sido estudiados durante décadas".

Además, Nestadt dijo que mantiene el tratamiento actual de los pacientes, los antidepresivos además de la psicoterapia, durante la intervención de esketamina. Y aunque la fase de mantenimiento de la esketamina no está claramente definida, la ketamina tampoco se debe administrar "de manera indefinida", apuntó Nestadt.

Berman apuntó a un motivo adicional para estar a cargo de un profesional de la salud mental: si la ketamina no funciona, a los pacientes se les deben presentar otras opciones.

Más información

Johns Hopkins ofrece más información sobre la esketamina para la depresión.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Celia Morgan, PhD, professor, psychopharmacology, University of Exeter, England; Joshua Berman, MD, Ph.D., assistant professor, psychiatry, Columbia University Irving Medical Center, New York City; Paul Nestadt, MD, assistant professor, psychiatry and behavioral sciences, co-director, Johns Hopkins Anxiety Disorders Clinic, Johns Hopkins University School of Medicine, Baltimore; British Journal of Psychiatry Open, Dec. 22, 2021, online

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