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La ansiedad social: qué es, cuáles son sus síntomas y tratamientos, y más

VIERNES, 3 de marzo de 2023 (HealthDay News) -- ¿Alguna vez ha estado en una situación social en que se sintió nervioso? Quizá comenzó en un nuevo trabajo y sudó mucho el primer día. O fue a una fiesta en que no conocía a nadie, y sentía nervios en el estómago.

Estos son sentimientos normales, que la mayoría de las personas experimentan en distintos momentos de sus vidas.

La ansiedad social: qué es, cuáles son sus síntomas y tratamientos, y más

Pero la ansiedad social es una experiencia muy distinta. Puede ser debilitante, e interfiere con las actividades cotidianas sencillas, como ir al trabajo, asistir a reuniones sociales, o incluso ir a una tienda.

¿Qué es la ansiedad social?

Los expertos de la Asociación Americana de Ansiedad y Depresión (Anxiety and Depression Association of America) describen la ansiedad social como "una ansiedad o un miedo intenso de ser juzgado, de recibir una evaluación negativa o de ser rechazado en una situación social o de actuación ante los demás". El miedo de parecer torpe o tonto intensifica los sentimientos de ansiedad, y con frecuencia conduce a evitar la situación social del todo.

Como la evitación es una respuesta común, si no se trata, la ansiedad social puede ser un trastorno que limita la vida.

La evitación se convierte en oportunidades, experiencias o relaciones perdidas, lo que conduce a un logro bajo en la escuela y el trabajo, unas habilidades sociales flojas, una autoestima baja, aislamiento social, depresión e incluso pensamientos e intentos de suicidio.

Si esto le suena familiar, sepa que no está solo. Según Mental Health America, 15 millones de adultos estadounidenses tienen el trastorno de ansiedad social.

Síntomas de la ansiedad social

La Clínica Mayo afirma que los criterios diagnósticos del trastorno de ansiedad social incluyen:

  • Un miedo o una ansiedad persistentes e intensos de unas situaciones sociales específicas, porque cree que quizá lo juzguen de forma negativa, lo avergüencen o lo humillen.
  • La evitación de las situaciones sociales que producen ansiedad, o aguantarlas con un miedo o una ansiedad intensos.
  • Una ansiedad excesiva, fuera de proporción respecto a la situación.
  • Una ansiedad o angustia psicológica que interfiere con su vida diaria.

También hay síntomas físicos que una persona con ansiedad social puede experimentar.

Entre estos se encuentran "un miedo intenso, un latido cardiaco acelerado, ponerse rojo o sonrojarse, sudar en exceso, resequedad en la garganta y la boca, temblor (el miedo de levantar un vaso de agua o de usar cubiertos para comer), tragar con dificultad, y temblores musculares, en particular alrededor de la cara o el cuello", según el Instituto de la Ansiedad Social.

Tratamientos para la ansiedad social

¿Se pregunta cómo superar la ansiedad social?

La buena noticia es que la ansiedad social es una afección que se puede tratar.

El Instituto Nacional de la Salud Mental (NIMH) señala que el primer paso para obtener ayuda es hablar con un profesional de la salud mental que pueda proveerle un diagnóstico y un plan de tratamiento.

Entre los tratamientos se encuentran la psicoterapia, y a veces los medicamentos.

La terapia cognitivo conductual (TCC), un tipo de psicoterapia, es un método altamente efectivo para el tratamiento de la ansiedad social.

El Dr. Stefan G. Hofmann, director del Laboratorio de Investigación en Psicoterapia y Emocional de la Universidad de Boston, afirmó en una publicación para el Centro Nacional de la Ansiedad Social que la TCC "en general consiste en unas 12 a 16 sesiones semanales, e incluye estrategias de exposición que abordan los factores cognitivos que mantienen el trastorno".

Hoffman añadió que una vez se está en terapia, las tasas de abandono son muy bajas, y que la tasa de respuesta a la terapia es de casi un 75 por ciento.

La terapia de exposición es otra forma de tratamiento para el trastorno de ansiedad social. En esta, la persona se expone a una o más situaciones sociales que producen ansiedad. Esto ocurre en un ambiente controlado, donde se aprende a practicar estrategias de afrontamiento, en lugar de la evitación, según la Asociación Americana de Psicología (American Psychological Association).

El terapeuta también podría decidir añadir medicamentos ansiolíticos al plan de tratamiento.

El NIMH divide a los ansiolíticos en tres categorías.

  • Los antidepresivos, por ejemplo los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS) como Paxil y Zoloft, o los inhibidores de la recaptación de la serotonina y la norepinefrina (IRSN) como Effexor XR.
  • Los bloqueadores beta, que se recetan y usan ocasionalmente para tratar las manifestaciones físicas de la ansiedad social, como el aumento en la frecuencia cardiaca, la presión arterial y los temblores.
  • Ansiolíticos como las benzodiacepinas, que se pueden recetar y que se monitorizan de cerca, porque son adictivos.

No es inusual que se prueben distintos fármacos hasta que se encuentre el que es adecuado para la persona.

Igual que con muchos medicamentos, sea consciente de que podría experimentar efectos secundarios. Es importante hablar con el profesional de la salud mental si los efectos secundarios le preocupan.

Vivir con un trastorno de la ansiedad social no tiene por qué ser una afección devastadora que altere su vida. Con un diagnóstico y un tratamiento adecuados, muchas personas con ansiedad social han aprendido a vivir unas vidas largas y satisfactorias.

Si usted o alguien a quien conozca tiene una crisis de salud mental, llame o envíe un mensaje de texto al 988. Hay ayuda gratuita y confidencial disponible las 24 horas del día, los siete días de la semana.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

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