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Indocumentados podrán acceder a transplantes

El jueves 8, catorce inmigrantes que viven sin papeles en Chicago, lograron una victoria y tener esperanzas. Ellos necesitan con urgencia nuevos órganos para poder vivir, y el sistema sanitario les venía negando esa posibilidad.

Pero tras nueve días en huelga de hambre frente al Advocate Christ Medical Center y al Northwestern Hospital, las direcciones de los dos centros de salud aceptaron "evaluar la situación para evitar que estos inmigrantes fueran discriminados". Es decir que se les negara la inclusión en listas de espera.

Indocumentados podrán acceder a transplantes
| Foto: THINKSTOCK

Puntos clave

David Ansel, jefe de operaciones de la Rush University, y activista que aboga por este grupo de pacientes dijo que los dos hospitales, junto con el Centro Médico de la Universidad de Illinois, aceptaron tener una reunión de emergencia con el fin de evaluar el proceso para acceder a un transplante para las personas que no tienen seguro médico.

"Siento un enorme alivio", dijo Blanca Gómez. A la mujer de 23 años se le negó en 2012 el acceso a una lista de espera para recibir un nuevo riñón tras sufrir una falla renal.

Pero, aunque los órganos parecen estar más cerca, como ellos mismos dicen están luchando por una segunda oportunidad de vida, la batalla no termina. Aunque los pacientes seguramente ya no tendrán que presentar papeles para demostrar su estatus migratorio, sí deberán mostrar solvencia para pagar los cósmicos costos de estos procedimientos.

Millones de indocumentados no reciben ningún tipo de atención médica, y la nueva Ley de Cuidado de Salud los excluye explícitamente de la posibilidad de tener un seguro a través del nuevo mercado cuya inscripción abre el 1 de octubre.

Para los que necesitan con urgencia un transplante, este abismo en el acceso al cuidado médico es una cuestión de vida o muerte.

Según un estudio de 2008 de la Asociación Médica Americana que analizó la donación de órganos a lo lardo de dos décadas, las personas que viven en el país y que no son ciudadanas donan el 2.5% de los órganos, pero reciben menos del 1%.

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