Este contenido ha sido archivado y puede no estar actualizado

Indicios de que una innovadora terapia de células T con RAQ podría combatir a los cánceres de tumores sólidos

LUNES, 11 de abril de 2022 (HealthDay News) -- Una terapia basada en el sistema inmunitario que ha resultado efectiva contra los cánceres de la sangre también podría ser útil para luchar contra los cánceres de tumores sólidos, muestran los datos iniciales de un ensayo clínico.

Un pequeño grupo de pacientes con cáncer de testículo y de ovario parecieron responder bien al tratamiento de "T con RAQ" con células del sistema inmunitario que se modificaron genéticamente para que se dirigieran a sus tumores, señalaron el domingo unos investigadores durante una presentación en una reunión de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer (American Association for Cancer Research), en Nueva Orleáns.

Indicios de que una innovadora terapia de células T con RAQ podría combatir a los cánceres de tumores sólidos

Los tumores de alrededor de un 86 por ciento de los pacientes con un cáncer recurrente o persistente pararon de crecer o comenzaron a encogerse, y un 43 por ciento tuvieron un declive significativo en sus tumores, comentó el investigador principal, el Dr. John Haanen, oncólogo médico del Instituto Oncológico de Países Bajos, en Ámsterdam.

"Algo que también es bueno es que se trata de lo que llamamos una población de pacientes de cáncer con necesidades insatisfechas, porque casi no hay nada disponible para los pacientes con cáncer de testículo en quienes otras líneas de tratamiento han fracasado", observó Haanen. "Entonces es particularmente bueno que este tratamiento parezca funcionar tan bien".

Encima, la terapia experimental introdujo una innovación adicional. Los médicos utilizaron una vacuna de ARNm, creada con la misma tecnología con que se desarrollaron las vacunas contra la COVID-19, para mejorar la respuesta inmunitaria contra el cáncer de algunos pacientes.

"La idea era que, al hacerlo, estas células se expandirían más y persistirían durante un tiempo prolongado", dijo Haanen respecto a la vacuna de ARNm.

Desde 2017, seis terapias de células T con receptores de antígenos quiméricos (T con RAQ) han sido aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU., todas para el tratamiento de cánceres de la sangre, como la leucemia y el linfoma.

En esta terapia, las células inmunitarias del mismo paciente con cáncer se extraen de su cuerpo y se modifican para que detecten mejor a las células tumorales. El truco es encontrar objetivos en las células tumorales que no se encuentren también en las células sanas.

Muchos cánceres de la sangre comparten un objetivo común que es exclusivo de las células tumorales, de forma que las terapias de T con RAQ se han enfocado sobre todo en ellos, aclaró el Dr. Vincent Lam, profesor asistente de oncología de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore.

También es más difícil que las células inmunitarias T con RAQ se desplacen e infiltren a un tumor en un órgano sólido, en comparación con los cánceres de la sangre, añadió.

Pero en este ensayo, Haanen y su equipo crearon una terapia de T con RAQ que se enfoca en un objetivo llamado CLDN6, que es exclusivo de algunos cánceres de tumores sólidos pero que no se expresa en los tejidos sanos.

Los cánceres de próstata, ovario y de endometrio, en particular, parecen vulnerables a la terapia de T con RAQ que se dirige al CLDN6, apuntó Haanen. (El cáncer de endometrio comienza en el revestimiento del útero de una mujer).

Los investigadores evaluaron la terapia en 16 pacientes, en ensayos iniciales diseñados para revisar la seguridad y la efectividad potencial.

Los pacientes recibieron las células T con RAQ solas o con dosis de refuerzo de CARVac, una vacuna de ARNm desarrollada por BioNTech, la compañía cofundadora de la primera vacuna contra la COVID, con Pfizer. BioNTech financió el estudio.

La vacuna de ARNm, administrada por vía intravenosa, ayudó a refrescar la respuesta de T con RAQ al incitar al bazo y a los ganglios linfáticos a producir copias del CLDN6, de forma muy parecida a como la vacuna contra la COVID produce copias de la proteína de pico del virus, apuntaron Haanen y Lam.

"Estos son en realidad los primeros datos clínicos que tenemos que muestran que... las vacunas pueden potencialmente mejorar la persistencia de la T con RAQ en el cuerpo del paciente, afectando por tanto una respuesta más duradera", apuntó Lam.

Alrededor de un 40 por ciento de los pacientes desarrollaron el síndrome de liberación de citocinas, una inflamación sistémica que es común con las terapias del sistema inmunitario, como los anticuerpos monoclonales.

Este efecto secundario provocó fiebre y un aumento en la presión arterial de los pacientes, pero se "gestionó con facilidad" con fármacos que moderan la respuesta inmunitaria, aseguró Haanen.

Tanto Haanen como Lam advirtieron que estos resultados son muy iniciales.

Todavía se están realizando ensayos sobre la seguridad, y el próximo paso será evaluarlo en pacientes con tipos específicos de cáncer, dijo Haanen.

"En realidad falta un largo camino para conseguir la confianza suficiente de que esto de verdad funcionará", añadió Lam. "Pero sin duda es una señal muy promisoria".

Los hallazgos presentados en reuniones médicas se consideran preliminares hasta que se publican en una revista revisada por profesionales.

Más información

El Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU. ofrece más información sobre la terapia de células T con RAQ.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com


FUENTES: John Haanen, MD, PhD, medical oncologist, Netherlands Cancer Institute, Amsterdam; Vincent Lam, MD, assistant professor, oncology, Johns Hopkins University, Baltimore; April 10, 2022, presentation, American Association for Cancer Research, annual meeting, New Orleans

Comparte tu opinión