Los resultados de la investigación presentados en las sesiones científicas de 2015 sobre estilo de vida de la Asociación Americana del Corazón, que se celebran en Baltimore, Estados Unidos, sugieren que una forma de ayudar a las personas a aumentar su actividad física y mejorar su salud, podría ser la de aconsejar a las parejas a realizar juntos el ejercicio en lugar de individualmente.
"Cuando se trata de condición física, la mejor presión para empezar a moverse podría venir de la persona que se sienta frente a usted en la mesa del desayuno", resaltó, Laura Cobb, una de las investigadoras. "Hay una epidemia de personas en este país que no hacen suficiente ejercicio y debemos aprovechar el poder de la pareja para asegurar que las personas están realizando una buena cantidad de actividad física", añadió.
En el estudio, los investigadores examinaron los registros del estudio de riesgo de aterosclerosis en comunidades (ARIC, por sus siglas en inglés), que en 1987 comenzó a seguir a un grupo de 15,792 adultos de mediana edad de las comunidades de Maryland, Carolina del Norte, Minnesota y Mississippi. Los datos incluían dos visitas médicas realizadas aproximadamente con seis años de diferencia, entre 1987 y 1989, y en cada visita, se les cuestionó acerca de sus niveles de actividad física.
Los resultados mostraron que cuando la mujer reunió los niveles recomendados de ejercicio en la primera visita, su marido era un 70% más propenso a cumplir esos niveles en las visitas posteriores que aquellos cuyas esposas eran menos activas físicamente. Cuando un hombre reunió los niveles de ejercicio recomendados, su mujer tenía un 40% más de probabilidades de cumplir con los niveles en las visitas de seguimiento.
"Todos sabemos lo importante que es el ejercicio para mantenerse sano", afirmó Cobb. "Este estudio nos dice que uno de los cónyuges podría tener un impacto muy positivo en el otro, cuando se trata de mantenerse en forma y sano a largo plazo", concluyó.
La American Heart Association recomienda que los adultos realicen ejercicio a una intensidad moderada durante al menos 150 minutos por semana o en una intensidad vigorosa durante al menos 75 minutos por semana. 45% de los esposos y el 33% de las mujeres en el grupo de estudio cumplieron con estas recomendaciones.
La inactividad pasa factura
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera actividad física cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que exija gasto de energía. Ello incluye los deportes, el ejercicio y otras actividades, tales como el juego, el caminar, las tareas domésticas, la jardinería o el baile.
Advierte que la inactividad física es el cuarto factor de riesgo en lo que respecta a la mortalidad mundial (6% de las muertes registradas en todo el mundo). Además, es la causa principal de aproximadamente hasta del 25% de los cánceres de mama y de colon, el 27% de los casos de diabetes y aproximadamente el 30% de la carga de cardiopatía isquémica.
La OMS asegura que las personas físicamente activas tienen menor frecuencia de cardiopatías coronarias, hipertensión arterial, accidentes vasculares cerebrales, diabetes, cáncer de colon y mama, depresión; así como, menos riesgo de caídas y fracturas vertebrales o de la cadera y más probabilidades de mantener un peso saludable.
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