Sin importar lo que elijan para prepararlo, muchas personas probablemente coincidan en que el desayuno es una parte esencial del día, debido a que proporciona al cuerpo nutrientes y energía para mantenerlo saludable.
Aunque, según un reciente análisis, estos beneficios no serían suficientes para ayudarnos a perder peso.
Huevos, carnes, cereales, frutas, café y jugos, son solo algunas de las opciones elegidas para preparar el desayuno y comenzar el día de la mejor manera.
Conocido como "la comida más importante del día", el desayuno es una costumbre que las personas tienen en común al comenzar su rutina, sin importar la región donde viven.
Los especialistas y profesionales de la salud recomiendan no pasarlo por alto ya que mejora el rendimiento físico, mental, la concentración, el estado de ánimo y aporta muchos nutrientes necesarios para nuestro cuerpo.
Sin embargo, también existen debates sobre el rol del desayuno en la salud.
Recientemente, un grupo de investigadores de la Universidad de Monash, en Melbourne, Australia, analizó algunos vínculos entre el desayuno y el cambio de peso. Sus hallazgos fueron publicados en BMJ.
Los mitos del desayuno
El estudio dirigido por la profesora y epidemióloga Flavia Cicuttini, no encontró ninguna evidencia que demuestre que desayunar es una buena opción para perder peso o que saltárselo tiene el efecto contrario.
Existen trabajos anteriores donde se sugiere que el desayuno ayuda a las personas a mantener un peso saludable.
Como la investigación de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, sobre 48 participantes obesos o con sobrepeso o, el análisis realizado por la Universidad de Ehime, en Japón, sobre 766 voluntarios.
Sin embargo, estos hallazgos cargaban con ciertas limitaciones. En el primer caso, de representatividad y en el segundo de variables, ya que no tomaron en consideración el estilo de vida individual y las elecciones de alimentos para desayunar.
Para obtener más información sobre este vínculo, el equipo de Cicuttini analizó 13 ensayos controlados aleatorizados (la forma más fiable de evidencia científica) de los últimos 28 años, principalmente de EE.UU. y Reino Unido.
Los datos correspondían a participantes con diferentes pesos corporales y hábitos a la hora de desayunar (incluido la posibilidad de saltárselo).
Tras comparar los diferentes registros, no encontraron ninguna evidencia que demostrara que desayunar puede ayudar a perder peso debido a una quema eficiente de calorías al principio del día, previniendo de esta manera, comer en exceso más tarde.
Tampoco encontraron pruebas de que saltarse el desayuno estuviera relacionado con que las personas se sintieran más hambrientas.
No es igual para todos
Lo que sí encontró el equipo fue que el consumo diario total de energía era mayor en las personas que desayunaban que en aquellas que lo saltearon. Además, estos últimos pesaban en promedio 0,44 kilogramos (0,97 libras) menos.
Durante el trabajo, algunos especialistas se centraron en los efectos de comer o saltarse el desayuno y cualquier cambio en el peso corporal. Mientras que otros, observaron el impacto que el desayuno tiene en el consumo diario de energía.
Debido a esta diversidad, los autores advirtieron que sus resultados deben ser evaluados con precaución.
También afirmaron que la evidencia recopilada por todos los trabajos realizados hasta la fecha, no respalda las dietas para adultos que incluyen el desayuno como una buena estrategia para perder peso.
"Aunque desayunar regularmente podría tener otros efectos importantes, se debe tener cuidado al recomendarlo para adelgazar en adultos, ya que puede tener como consecuencia un resultado contrario", concluyeron los expertos.
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