Según un estudio reciente, las personas con un problema común del ritmo cardiaco podrían reducir sus síntomas al añadir yoga suave a su régimen de tratamiento. El investigador principal, el doctor Dhanunjaya Lakkireddy, cardiólogo en el Hospital de la Universidad de Kansas, afirmó que no sustituye la medicación, pero puede ser un complemento fantástico
La investigación es una de las primeras en evaluar los efectos del yoga sobre el problema cardiaco conocido como fibrilación auricular. Los expertos advirtieron que aunque los hallazgos puedan ser prometedores, se necesita más investigación.
La fibrilación auricular aparece cuando las cámaras superiores del corazón se agitan caóticamente en lugar de contraerse con normalidad; no es peligroso de forma inmediata, pero puede causar síntomas tales como palpitaciones, falta de aliento y mareos. A largo plazo, también puede aumentar el riesgo de accidentes cerebrovasculares o insuficiencia cardiaca.
En el tratamiento estándar se usan medicamentos para controlar el ritmo y la frecuencia cardiacos, y aspirinas para evitar coágulos sanguíneos. No obstante, este tratamiento a menudo no es suficiente para evitar que se produzca algún episodio. En el nuevo estudio, los investigadores evaluaron en 49 pacientes si podría ayudar añadir unas clases de yoga suave al tratamiento con medicación.
Lakkireddy afirmó que su propio padre era un "maestro de yoga", así que esta práctica le era familiar. Pero le motivaba aún más que la investigación mostrara que el yoga puede tener un efecto calmante sobre el sistema nervioso, y ayudar así a bajar la presión sanguínea y la frecuencia cardiaca. Su equipo halló que a los tres meses de iniciar las clases, los pacientes empezaron a tener menos síntomas: un promedio de dos episodios, frente a casi cuatro en los tres meses previos a las clases de yoga.
Lakkireddy, sin embargo, aclaró: "Haciendo yoga solo no va a eliminarlo. Aun así necesita tomar los medicamentos adecuados y seguir las recomendaciones de los médicos. Pero esto sugiere que el yoga puede ser un complemento fantástico".
El estudio tiene la limitación de que no contó con un grupo "de control" de pacientes que no asistieron a clases de yoga, según la doctora Nieca Goldberg, cardióloga y directora médica de un centro de salud de Nueva York. Por tanto, eso hace que sea menos seguro que fuera el yoga el que reportara tales beneficios.
"Se necesita más investigación, pero estos hallazgos son muy prometedores", comentó Goldberg. Ella también hizo hincapié en que es importante que la gente sepa que hay distintos estilos de yoga, y algunos puede que no sean adecuados o incluso sean peligrosos para las personas con problemas cardiacos.
En Estados Unidos, se estima que alrededor de 2.7 millones de personas sufren de fibrilación auricular.