Las clases de yoga y de estiramientos convencionales son igual de eficaces para aliviar la incomodad del dolor de espalda bajo crónico moderado, sugiere una investigación reciente.
"Para una persona con un dolor de espalda común y corriente que está dispuesta a mover el cuerpo, la moraleja es que una clase de yoga para principiantes diseñada para el dolor de espalda, o un programa de ejercicios de estiramiento muy intenso serían igual de adecuados como tratamiento", aseguró la autora líder del estudio Karen J. Sherman, profesora asociada de epidemiología de la Universidad de Washington e investigadora principal del Instituto de Investigación sobre la Salud Grupal de Seattle.
Puntos clave
- Las personas con dolor de espalda suelen aliviarlo con quiropraxia y masajes
- Además, el 60% toma fármacos para calmar el dolor
- Las personas que hacen yoga y ejercicios de estiramiento son 2 veces menos propensos a tomar medicamentos
El estudio aparece en la edición en línea del 24 de octubre de la revista Archives of Internal Medicine.
Los pacientes deben afrontar una variedad de opciones para aliviar el dolor de espalda, que incluyen fármacos, terapia de masaje y tratamiento quiropráctico. Pero con frecuencia esos métodos conllevan un costo significativo, sin mucha garantía sobre su eficacia, apuntaron los autores.
Teniendo eso en cuenta, decidieron explorar el beneficio potencial de varias formas de ejercicio.
Entre 2007 y 2009, Sherman y colegas se enfocaron en 228 pacientes de dolor crónico de la espalda baja que residían en el estado de Washington.
Casi el 60 por ciento de los participantes ya usaban medicamentos (por lo general antiinflamatorios no esteroides o AINE) cuando comenzó el estudio.
Los pacientes fueron divididos en tres grupos de tratamiento distintos: un grupo con una clase de yoga (92 pacientes), un grupo con una clase de estiramiento (91 pacientes) y un grupo con un libro de autocuidado (45 pacientes).
Se entrevistó a todos los participantes en el punto medio del tratamiento, al final del tratamiento y a los tres meses tras completar el tratamiento.
El resultado: Aunque la función relacionada con la espalda mejoró en todos los participantes, a los de los grupos de yoga y estiramiento les fue mejor en términos funcionales que a los del grupo de autocuidado al final del estudio y tres meses más tarde.
Los participantes en yoga y estiramiento también fueron el doble de propensos que los del grupo de autocuidado a haber reducido los analgésicos.