No sólo somos lo que comemos, sino que la evidencia muestra que somos lo que comieron nuestras madres durante el embarazo: si consumieron una dieta alta en grasas, podríamos sufrir las consecuencias, como padecer de obesidad, problemas cardíacos, diabetes o la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD).
La enfermedad de hígado graso no alcohólico es una acumulación de grasa en el hígado que no es causada por el consumo de alcohol. Es un trastorno muy común. Se calcula que esta enfermedad afecta hasta al 20% de personas adultas y casi un 5% de niños. Se cree que la obesidad es la causa más común, según el American College of Gastroenterology.
En un nuevo estudio, los científicos descubrieron una nueva forma de prevenir este problema: una sustancia de nombre difícil, Pyrroloquinoline quinone (PQQ), que se encuentra en la fruta de kiwi, puede ayudar a prevenir la NAFLD.
Una barrera contra la grasa hepática
El compuesto PPQ suministrado en forma de suplemento, impidió la progresión de la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) en ratones cuyas madres recibieron una dieta alta en grasas.
La líder del estudio, Dra. Karen Jonscher, -de la Universidad de Colorado Anschutz Medical Campus en Aurora, Colorado- y sus colegas, publicaron sus hallazgos en la revista Hepatology Communications.
El PQQ es un antioxidante que se encuentra naturalmente en alimentos como el kiwi, los pimientos verdes, el apio, perejil y papaya, y en la leche materna. La sustancia puede ayudar a proteger nuestro cuerpo contra la acción de los radicales libres, que son moléculas sin carga que pueden dañar el ADN y otros componentes celulares.
Cómo actúa la sustancia
Para este estudio, Jonscher y sus colegas se propusieron determinar si la suplementación materna de PQQ podría ayudar a prevenir el desarrollo de NAFLD en su descendencia.
Los científicos alimentaron a ratonas embarazadas con una dieta alta en grasa y al estilo occidental, y controlaron la salud de sus crías.
Como primera observación, el equipo descubrió que el peso de estas crías era alrededor de un 56% más alto que el de las nacidas de ratones alimentados con una dieta de control.
Además, los ratones nacidos de madres que habían sido alimentadas con la dieta alta en grasas también demostraron cambios en las bacterias intestinales que se asociaron con el desarrollo de esteatohepatitis no alcohólica (EHNA), una forma de enfermedad del hígado graso no alcohólica (NAFLD) en la que la acumulación de grasa se acompaña de inflamación.
Sin embargo, cuando las ratonas embarazadas recibieron PQQ junto con sus dietas ricas en grasas, los investigadores descubrieron que los cambios en las bacterias intestinales en sus descendientes se revirtieron, y también mostraron menos aumento de peso que los descendientes de madres que no recibieron el suplemento de PQQ.
Jonscher y sus colegas creen que estos resultados sugieren que el PQQ podría ser un candidato viable para la prevención de la NAFLD.
Acerca de sus resultados, los investigadores escribieron: "PQQ es una terapia potencialmente segura para la prevención y del desarrollo de las dos formas de enfermedad del hígado graso no alcohólico, NAFLD y NASH".
Otros productos naturales que se ha demostrado pueden prevenir o revertir la enfermedad del hígado graso son los probióticos, el muérdago, el café y el té.