La árnica es una hierba que crece en Europa y algunas regiones de América del Norte, cuyo signo distintivo es el amarillo intenso de sus flores. Sus propiedades aportan beneficios a la salud que se han aprovechado desde hace siglos.
Dice la Biblioteca Digital de Medicina Tradicional Mexicana que hay referencias de que en la antigüedad se usaba en el tratamiento de heridas con cataplasmas de sus hojas o como compresas tibias empapadas en su infusión para aliviar el dolor de muelas. También era útil para tratar problemas gastrointestinales, úlceras y afecciones respiratorias, y las mujeres que acababan de tener un bebé la tomaban en té para mejorar el período postparto.
Lo cierto es que la cualidad principal de la hierba es que actúa como cicatrizante, desinfectante, desinflamante y analgésico. Hoy se comercializa como pomada, crema o gel y su uso es muy popular. Por ejemplo, en países como México, el ungüento de árnica es parte del botiquín de primeros auxilios y las madres la suelen llevarlo en la cartera para aplicarlo a sus hijos si sufren alguna caída o golpe.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos da cuenta de sus efectos positivos: se aplica a la piel para el dolor y la hinchazón asociada con los moretones, los dolores y los esguinces. Como crema sirve, además, para las picaduras de insectos, artritis, el dolor muscular y de cartílago, grietas en los labios y acné.
Los beneficios de la hierba también se han aprovechado en en la industria manufacturera para elaborar productos de cuidado personal, como champú y tónicos para la caspa. En forma de aceite se usa en perfumes y cosméticos.
La Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales de Estados Unidos (NMCD) ha clasificado la eficacia, basados en evidencias científicas. Las investigaciones indican que el uso de gel de árnica disminuye el dolor y la rigidez y mejora la función en personas con artrosis en la mano o la rodilla. Otro estudio muestra que el uso del mismo gel funciona tan bien como el ibuprofeno para disminuir el dolor y mejorar la función en las manos.
Aunque algunas personas beben infusiones de la planta para aliviar el dolor de estómago y otras dolencias, la NMCD afirma su consumo oral no es seguro: podría tener efectos tóxicos y producir irritación de la boca y la garganta.
En la base de datos de plantas venenosas de la Administración de Alimentos y Drogas (FDA) se explica que la árnica tiene efectos curativos y propiedades sensibilizantes en la piel. Solo lo recomiendan para uso externo, es significativamente tóxica si se ingiere y no está aprobada como remedio homeopático.
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