Árnica ¿hasta dónde llegan sus beneficios?

La Arnica montana es una planta que pertenece a la familia de las asteráceas. El primer registro que existe de ella corresponde a anotaciones de la famosa abadesa Santa Hildegarda. Esta planta también es reconocida como el "tabaco de la montaña", debido a que, en muchas regiones de Suecia, Rusia y Francia, se la solía fumar.

Puedes aprovechar los beneficios de la árnica a partir de sus infusiones. Para ello, debes colocar alrededor de 5 g de la planta seca por litro de agua y dejar al fuego hasta poco antes del punto de hervor. Luego retira y deja reposar de 10 a 15 minutos. ¡Pero cuidado! No debes beberla, sino aplicarla con paños sobre la piel (evitando la exposición a las heridas).

Sobre este punto hay evidencia contradictoria. Varias investigaciones sugieren que no es capaz de prevenir o disminuir los dolores. Sin embargo, otros trabajos encontraron que el uso inmediato de árnica homeopática D30 tras realizar actividad física, puede aliviar la inflamación muscular, específicamente en las piernas, o la que se produce tras extraer una muela.

Los especialistas también señalan que la árnica es más eficaz que el placebo cuando se usa para el tratamiento del dolor postraumático y postoperatorio, edema y equimosis. También puede representar una alternativa válida a los antiinflamatorios no esteroideos, al menos cuando se trata de afecciones leves.

Diferentes estudios encontraron que utilizar productos a base de árnica puede reducir los hematomas en la piel en mujeres con cirugía de estiramiento facial. Si se utiliza como ungüento, puede reducir los moretones aplicándola dos veces al día durante dos semanas. Si bien este es uno de sus usos más popular y antiguo, la evidencia que lo respalda es limitada.

El uso del gel de árnica dos veces al día, durante tres semanas, puede disminuir el dolor y la rigidez, y mejorar la función en personas con artrosis en la mano y en la rodilla. Incluso algunos trabajos señalaron que este gel es tan bueno como el ibuprofeno para aliviar el dolor en las manos.

Además de sus útiles propiedades antiinflamatorias, la árnica tiene propiedades antimicrobianas, ideales para eliminar afecciones de la piel, como acné, eczemas o psoriasis. Agregar extractos de esta planta al champú también se vinculó con beneficios para el cabello, específicamente en el fortalecimiento de los folículos debilitados durante la calvicie prematura.

La árnica tiene efectos curativos, pero solo se recomienda para uso externo, debido a que es significativamente tóxica si se ingiere oralmente. Puede producir irritación en la boca, garganta y estómago, vómitos, diarrea, erupciones, falta de aliento, latidos acelerados y aumento de la presión arterial.