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10 cosas que debes saber sobre los analgésicos
Por HolaDoctor
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¿Buscas algo que te quite ese dolor?
Ir a la farmacia y escoger un analgésico de venta libre parece fácil, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el 70 por ciento de los adultos en el país los consumen de manera constante o esporádica. Sin embargo, si no se hace con precaución, las consecuencias de tomar remedios contra el dolor pueden ser graves. Las que siguen son 10 cosas que debes saber antes de comprarlos.
La Academia Americana de Médicos de Familia informa que existen dos tipos principales de analgésicos: el acetaminofén, presente en Tylenol y otros medicamentos; y los NSAID (antiinflamatorios no esteroideos), como el ibuprofeno, las aspirinas, el naproxeno sódico o el diclofenaco. Ambos tipos alivian el dolor y la fiebre, pero para cada uno existen sus debidas precauciones.
2. ¿Son seguros en el embarazo?
"Si tienes algún dolor durante el embarazo, tomar pequeñas dosis de acetaminofén sería seguro", explica la farmaceútica Helen Marshall, de los servicios de salud Nuffield Health. "Sin embargo, debes evitar las aspirinas y los NSAID, ya que elevarían el riesgo de malformaciones y aborto involuntario".
Según el Dr. Michael L. Schmitz, del Hospital Infantil de Arkansas, "En niños menores de 16 años, no se recomienda el uso de aspirina, pues podría desencadenar síndrome de Reye, que consiste en daños cerebrales y hepáticos. Sin embargo, es seguro suministrarles ibuprofeno o acetaminofén en dosis adecuadas".
En el caso del acetaminofén, explica la Dra. Lonnie Zeltzer, del Hospital Infantil Mattel, "La regla de oro para niños mayores de dos años es: 7 miligramos por cada libra de peso. Si tu pequeño pesa 22 libras, eso serían 22 veces 7, igual a 154 miligramos de acetaminofén. Esa es la dosis que puedes darle cada 6 horas."
"Los niños entre seis meses y 12 años pueden tomar 5 miligramos de ibuprofeno por libra de peso", asegura el Dr. Bill Sears, de la Universidad de California en Irvine. Así que si tu hijo pesa 22 libras, eso sería 22 veces 5, igual a 110 miligramos. Esa sería la dosis adecuada para cada 6 horas.
"Consumir alcohol junto con analgésicos puede ser peligroso: al mezclarlo con NSAID habría un mayor riesgo de irritación y sangrado en el tracto digestivo, mientras que combinarlo con acetaminofén produciría daños hepáticos graves", explica el Dr. Michael E. Mullins de la Universidad Washington.
Según el Dr. Theodore R. Fields, del Colegio Médico Weill Cornell, "Los antiinflamatorios no esteroideos (NSAID) comúnmente afectan el estómago, haciéndolo más sensible a la acidez, por lo que al utilizarlos por largos períodos o en dosis elevadas provocarían reflujo y úlceras que pueden llegar a sangrar".
"Lo mejor es tomar el medicamento al final de una comida principal, o hacerlo junto con antiácidos como el omeprazol", asegura el Dr. Fields. Es importante que evites tomar este tipo de drogas en exceso o por más de dos semanas para prevenir riesgos.
Este medicamento es efectivo para combatir el dolor, y es seguro si es bien utilizado. Sin embargo, según la Administración de Alimentos y Drogas (FDA), exceder la dosis recomendada de acetaminofén o tomarlo por mucho tiempo puede provocar problemas graves en el hígado.
Para evitar el daño, lo mejor es tomar la dosis mínima de analgésico por el menor tiempo posible. Sin embargo, dado que muchos productos (como antigripales, por ejemplo) contienen acetaminofén, es importante que leas bien las etiquetas para saber qué estás tomando y así evitar una sobredosis accidental.
Tomar analgésicos NSAID en grandes dosis o por períodos largos provocaría problemas en los riñones, informa la National Kidney Foundation. Para evitar el riesgo toma sólo la dosis adecuada por el menor lapso posible, o toma acetaminofén. Si padeces alguna enfermedad renal, habla con tu médico antes, para evitar riesgos.
9. ¿Qué tan sano está tu corazón?
"Tomar altas dosis de NSAID o hacerlo por más de 15 días elevaría el riesgo de infarto, ataque cerebral e hipertensión", asegura el Dr. Emil Loldrup Fosbol, de la Universidad Gentofte, en Dinamarca. "Es importante que tomes sólo la dosis adecuada, y no lo hagas por mucho tiempo ni con mucha frecuencia". Si tienes algún problema cardiovascular, consulta a tu médico antes de tomar antiinflamatorios no esteroideos.
"Algunos medicamentos, como antidepresivos o anticoagulantes, pueden llevarse mal con los analgésicos. Si estás bajo tratamiento, habla con tu médico sobre las drogas o suplementos que estés tomando para evitar riesgos”, explica la Dra. Christine Clark, del College of Pharmacy Practice en Inglaterra.