Según una revisión de sus récords, Price ha sido el congresista a quien los grupos de intereses especiales médicos recurren cuando están enfrentado nuevas regulaciones o recortes presupuestarios. Durante la última década, Price se ha ocupado de cuestiones relacionadas con medicamentos y dispositivos médicos específicos, haciendo 38 consultas con la Administración Federal de Alimentos y Drogas (FDA), según registros federales obtenidos a través de la ley de libertad de información. Price cuestionó a la FDA en nombre de sus electores acerca de asuntos tan diminutos como un dispositivo para el tratamiento de la fertilidad y el ingrediente de una crema para el dolor.
En otros casos, Price ha defendido a las empresas cuyos ejecutivos y empleados han contribuido generosamente a sus campañas y comités de acción política (PAC, por sus siglas en inglés).
"Parece que es alguien que podría abrir la tienda a un montón de intereses especiales", dijo Ross Baker, profesor de ciencias políticas de la Universidad Rutgers, quien se especializa en temas del Congreso. "Estas cosas ocurren por debajo del radar. Si uno le diera un hachazo al Medicare, por ejemplo, todo el mundo lo sabría. Pero este tipo de cosas se hacen en la oscuridad de la noche".
Apenas unas semanas antes de que Trump convocara a Price para dirigir el HHS, en noviembre, el congresista habló en una conferencia en Atlanta para vendedores de bastones, camas de hospital y sillas de ruedas eléctricas. Price fue la estrella del espectáculo, un encuentro con 5.000 asistentes. Habló ante la multitud acerca de los recortes del Medicare que asolaban a la industria y se comprometió a luchar contra ellos. Los líderes de la conferencia de Medtrade honraron a Price con un premio por su firme defensa y convocaron a una recaudación de fondos de $100 por persona en su honor.
Price, de 62 años, cirujano ortopédico de los suburbios del norte de Atlanta, fue elegido al Congreso en 2004 después de cuatro mandatos en la legislatura estatal de Georgia. Médico de tercera generación, dijo que entró en la política en búsqueda de límites a la intromisión del gobierno en la atención de salud. A través de los años, ha ganado un apoyo significativo para su campaña por parte de firmas de drogas y grupos médicos.
La información obtenida a través de una solicitud de registros públicos muestra que Price se ha interesado en los conflictos de sus electores con la FDA. En 2005, firmó una carta de preocupación sobre la disponibilidad de válvulas cardíacas utilizadas en cirugías pediátricas. Cuatro años después, instó a revisar el dispositivo de análisis de esperma de una compañía local. Price llamó a la compañía un "pilar de la comunidad" diciendo que debía ser eximida de un ensayo clínico que sería "imposible pasar”. A principios de este año, uno de sus asistentes presionó a la FDA en nombre de un elector intentando conseguir palmitate de capsaicina, el ingrediente de una crema para el dolor.
Como firme opositor de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA) del presidente Barack Obama, a la que considera como la causante de la destrucción “de la sagrada relación médico-paciente”, Price ha ofrecido varios planes para reemplazarla, incluyendo el Empowering Patients First Act. En lugar del ACA, Price prefiere ofrecer a los pacientes cuentas de ahorros de salud que puedan usar para pagar por cobertura y atención, y créditos fiscales para ayudar a la gente a comprar un seguro de salud por cuenta propia.
La oficina de Price no respondió a las solicitudes de entrevista ni a las preguntas detalladas por escrito sobre sus relaciones con los contribuyentes o su registro legislativo. El líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, dijo que Price está entre los principales objetivos de los demócratas, cuya nominación están tratando de descarrilar. La oficina de ética gubernamental revisará el informe de divulgación financiera de Price, el cual contiene información sobre sus activos, ingresos y otra información financiera personal y luego aconsejará al comité de finanzas del senado si necesita tomar medidas para evitar conflictos de intereses.
En las últimas semanas, Price ha sido objeto de críticas por su negociación de acciones en compañías farmacéuticas, incluyendo una firma australiana que planea buscar la aprobación de EE.UU. para un medicamento "prometedor".
Phil Blando, vocero del equipo de transición de Trump, dijo que Price cumplió con la ley y las reglas éticas. "Price toma su obligación de mantener la confianza pública muy en serio" y, si es confirmado por el Senado, trabajará con los funcionarios de ética para "asegurar su continuo cumplimiento y transparencia", agregó.
Campeón de equipos médicos
Cuando miles se reunieron en la convención de Medtrade en el otoño para conocer los últimos equipos médicos para uso en el hogar, Price se comprometió a ayudarlos.
La industria ha combatido los cambios generalizados en pagos del gobierno aprobados por el Congreso en 2003 e implementados por la administración de Obama. Las reformas se produjeron después de una década de procesamientos contra estafadores que compraban sillas de ruedas a precios al por mayor, dándoselas presuntamente a personas mayores que no las necesitaban o que no las querían, y cobrándoselas luego al Medicare.
Las reformas más recientes han incluido recortes presupuestarios y un programa de licitación competitiva destinado a limitar la rentabilidad de la oferta de equipos médicos, incluyendo las sillas de ruedas. Los proveedores de equipos médicos para el hogar se han clasificado como los patrocinadores clave de Price, contribuyendo con $52.600 a su campaña desde 2013, de acuerdo con un análisis de Kaiser Health News, que revisó las contribuciones federales.
Apoyo a los médicos que viajan
En el Congreso, Price ha sido un crítico clave del sistema de negligencia médica de Estados Unidos, una pesadilla para muchos cirujanos, pero también para una compañía con sede en su distrito que ha proporcionado donaciones confiables para la campaña. Esa firma, Jackson Healthcare, administra hospitales y prácticas con médicos temporales, llamados locum tenens.
Uno de los contribuidores más grandes de Price es Richard L. Jackson, presidente y CEO de la compañía. Los dos presentaron juntos en 2009 un foro destinado a limitar las demandas por mala praxis. Ambos han afirmado que los intentos de los médicos de evitar tales demandas han llevado a una costosa y excesiva atención médica. En una entrevista en 2010, Jackson mencionó que había hablado sobre la "medicina defensiva" con Price, y otros miembros del Congreso. Price, por su parte, ha hecho referencia al estudio de Jackson Healthcare sobre el alto costo de este tipo de atención médica.
Price ha introducido repetidamente legislación para reducir los casos de mala praxis y, en otro frente, para proteger el estatus fiscal de las compañías ambulantes. En septiembre, introdujo una versión para la cámara de un proyecto de ley que ayudaría a cambiar el código de impuestos del IRS para clasificar a los médicos que viajan como contratistas, y no como empleados, de modo que la compañía que los proporciona no sería legalmente vulnerable a los impuestos en estados lejanos. Una versión del senado fue presentada antes por el senador republicano de Georgia, Johnny Isakson. Los proyectos de ley fueron rechazados en comités el año pasado.
Jackson y su hijo, Shane, el presidente de la compañía, han apoyado a Price con donaciones a su campaña y a su comité de recaudación de fondos, que contribuye a las campañas republicanas. Desde 2011, han contribuido al menos con $43.000 a la campaña de Price y con $35.000 al comité conjunto de recaudación de fondos.
Una portavoz de Jackson dijo que el proyecto de ley de Price no habría afectado a su compañía ya que, en la práctica, ya consideraba a sus médicos como contratistas, al igual que el gobierno.
Influencia en la FDA
Si fuera confirmado como secretario del HHS, Price supervisaría muchas de las reglas, regulaciones y "embotellamientos" que regularmente generan aullidos en la industria médica. También tendría autoridad sobre la FDA, que regula los productos farmacéuticos. La agencia pronto podría estar dentro del ámbito de control sobre una compañía en la que Price ha invertido personalmente.
La empresa australiana Innate Immunotherapeutics declaró en un informe anual que planea presentar su droga clave contra la esclerosis múltiple a la FDA para su aprobación. Hace varios meses, Price compró entre $50.000 y $100.000 en acciones de la compañía, de acuerdo con una divulgación financiera rutinaria requerida para los miembros del Congreso.
La FDA también está discutiendo otro problema de regulación que podría afectar la compañía de otro contribuyente importante. Parker H. "Pete” Petit, junto con su familia, han contribuido con $35.900 a la campaña de Price y a su PAC desde 2010. Petit también fue jefe de finanzas para Trump en Georgia y, con su familia, contribuyó con $125.000 al PAC del presidente electo.
Petit es el CEO de MiMedx, una empresa de biotecnología de Georgia en el distrito de Price, que ha impugnado una decisión de la FDA sobre algunos productos para ayudar a la cicatrización de heridas.
En agosto de 2013, la FDA concluyó en una carta que los productos, que consisten en placentas descartadas y líquido amniótico, deberían ser regulados ya que su fabricación implica manipulación de tejidos humanos. La carta de la FDA provocó la caída de las acciones de MiMedx y estimuló a una demanda de valores presentada en una corte federal en Georgia. La fiscalía acusó a MiMedx de inducir erróneamente a los inversionistas al minimizar la gravedad del escrutinio de la FDA. En abril se llegó a un acuerdo de casi $3 millones.
Petit reconoció que buscó ayuda del Congreso acerca del tema, sin ser específico. La FDA dijo que no podía comentar sobre el asunto. MiMedx no regresó las llamadas.
Elizabeth Lucas contribuyó a esta historia.
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Esta historia fue producida por Kaiser Health News, un programa editorialmente independiente de la Kaiser Family Foundation.