El baño sauna, que se practica desde la antigüedad, tiene muchos beneficios para la salud. Esta acción de someter al cuerpo a altas temperaturas -ya sea bajo calor seco (baño turco) o calor húmedo, también llamado baño finlandés- actúa como un shock revitalizante a través de promover la sudoración que facilita la eliminación de toxinas.
Justamente en Finlandia, donde es muy frecuente, realizaron un estudio donde hallaron que pasar tiempo en el baño finlandés, puede ayudar a reducir las posibilidades de desarrollar presión arterial alta.
En el estudio, los hombres finlandeses que se sometieron a baños sauna de 4 a 7 veces por semana durante alrededor de 19 minutos cada vez, se redujo el riesgo de tener hipertensión casi a la mitad, en comparación con los que fueron sólo una vez a la semana.
Los mismos investigadores, de la Universidad de Finlandia Oriental, publicaron en 2015 una investigación que vinculaba el baño sauna con un riesgo reducido de muerte por enfermedad cardiovascular y eventos cardíacos repentinos. Ahora, dicen tener una posible explicación para esos primeros descubrimientos: la reducción de la presión arterial.
Los científicos realizaron un seguimiento a 1,621 hombres finlandeses de mediana edad durante 22 años. Sólo se incluyeron en el análisis a hombres con presión arterial normal y que informaron visitar el sauna al menos una vez a la semana.
Durante las dos décadas siguientes, alrededor del 16% de esos hombres desarrollaron presión arterial alta, definida como superior a 140/90 mmHg.
Después de ajustar otros factores como el índice de masa corporal, fumar, beber alcohol, la aptitud cardiorrespiratoria y el nivel socioeconómico, notaron que el riesgo de padecer hipertensión se redujo en un 24% para los hombres que tomaron de 2 a 3 sesiones de baño sauna finlandés a la semana, y en un 46% para los hombres que tomaron de 4 a 7 baños a la semana, en comparación con los hombres que sólo concurrían una vez a la semana.
Una forma natural de controlar la hipertensión
¿Por qué es benéfico para la presión arterial? El co-autor de la investigación, el Dr. Jari Laukkanen, cardiólogo y profesor de medicina en la Universidad del Este de Finlandia, dijo que el baño finlandés puede aumentar la temperatura corporal hasta en 2 grados centígrados (unos 3,5 grados Fahrenheit). Esto puede provocar que los vasos sanguíneos se dilaten o se vuelvan más anchos, disminuyendo la presión sanguínea y ayudando a que el flujo de sangre sea más ágil, señaló.
La sudoración que se activa en una sesión de sauna (que está entre 176 y 212 grados Fahrenheit) también puede eliminar el líquido del cuerpo y contribuir a la disminución de los niveles de presión arterial. Además, dicen los autores del estudio, pasar tiempo en el sauna también ayuda a relajarse -tanto física como mentalmente - y esto puede proteger contra los efectos nocivos del estrés.
Aunque hay que tener algunos cuidados: "el baño sauna parece ser seguro y la mayoría de la gente puede tolerarlo, pero las personas con problemas cardíacos o bajo ciertas condiciones de presión arterial, deben estar atentos a una rápida caída de la presión arterial, que puede ocurrir después” expresaron los autores.
Cuál es la presión arterial normal
Tener hipertensión hace que una persona sea más propensa a padecer una enfermedad cardíaca o un accidente cerebrovascular (ACV). Pero dado que la hipertensión no provoca normalmente síntomas alarmantes, cualquiera podría estar en riesgo sin siquiera saberlo. Por eso, es importante medirla regularmente.
Al presentar las conclusiones del estudio en American Journal of Hypertension, los autores escribieron que "el baño sauna finlandés, una actividad que promueve la relajación y el bienestar, puede ser un buen hábito para prevenir la hipertensión en el futuro".
La primera cifra, o la más alta, de la lectura es la presión sistólica; la segunda o la más baja, es la presión diastólica.
Una presión arterial normal es menor de 120 mmHg para la presión sistólica y menor de 80 mmHg para la presión diastólica, informa la Asociación Americana del Corazón (AHA).