¿Sirve la espirulina para bajar el colesterol?

Probablemente conozcas a la espirulina por encabezar listas de los "superalimentos" más recomendados.

Esta alga azulada posee una importante cantidad de nutrientes esenciales, por lo que su consumo se asocia a distintos beneficios para la salud. Conoce aquí cuáles y cómo sumarla a la dieta.

¿Sirve la espirulina para bajar el colesterol?
La espirulina es rica en proteínas, carbohidratos, minerales, oligoelementos y vitaminas. | Foto: GETTY IMAGES

Puntos clave

  • La espirulina es un alga azulada rica en proteínas, carbohidratos, minerales, oligoelementos y vitaminas.
  • Su consumo se asocia a distintos beneficios, como reducir los niveles de azúcar, colesterol "malo" y triglicéridos en sangre, o aliviar la inflamación.
  • Dado que la espirulina se suele consumir a través de suplementos, se aconseja la moderación, puesto que en exceso pueden producir dolor de cabeza, diarrea y vómitos.

¿Qué es la espirulina?

Se conoce como espirulina o spirulina a las algas verdosas con forma de espiral (de ahí proviene su nombre) pertenecientes al género Arthrospira, específicamente dos especies: Arthrospira platensis (que se halla principalmente en África) y Arthrospira máxima (que se halla principalmente en México y California).

Además de su forma y color, los investigadores destacan que la espirulina posee la capacidad de sobrevivir en condiciones adversas, por ejemplo, en aguas muy salinas (que tienen entre 30 y 270 g de sal por litro).

Es difícil rastrear sus orígenes y usos, ya que se cree que tiene más de 3.500 millones de años. Sin embargo, los primeros registros sobre su uso gastronómico se remontan a la llegada de los colonizadores a Centroamérica y África.

Según detallaron en sus diarios, los lugareños recolectaban de los lagos algo que se parecía a un exudado, lo dejaban secar al sol y luego se vendía en mercados para ser horneado.

Recientes investigaciones encontraron que la espirulina es rica en proteínas, carbohidratos, minerales, oligoelementos y vitaminas, por lo que su consumo se asocia a diferentes beneficios para la salud.

¿Sirve para bajar el colesterol?

La espirulina es reconocida por ayudar a reducir los niveles de colesterol "malo" y triglicéridos en sangre. Sobre esto, existen distintos estudios que analizaron las dosis para poder ver estos beneficios.

Mientras que trabajos como el publicado en Journal of Medicinal Food, halló que son necesarios 2 g diarios durante dos meses para ver resultados, otros, como el publicado en Lipids in Health and Disease, señalan dosis de hasta 4.5 g diarios durante un mes y medio.

Incluso una investigación publicada en Annals of Nutrition and Metabolism señaló que las dosis necesarias para observar reducciones en los niveles de colesterol fueron de 8 g diarios.

Más allá de las dosis, los investigadores coinciden en que los beneficios de la espirulina sobre el perfil lipídico se deben a su rica composición en antioxidantes, especialmente ficocianina (su principal componente activo).

Niveles de azúcar en sangre bajos

El mismo estudio publicado en Journal of Medicinal Food halló que consumir 2.2 g de espirulina al día produjo una reducción significativa de los niveles de azúcar en sangre.

Según explican los investigadores, en algunos casos el uso de la espirulina ha superado al de otros medicamentos para la diabetes, como la metformina.

Sin embargo, se aconseja siempre consumirla bajo recomendación y supervisión de un profesional de la salud, dado que un mal uso o su combinación con otros medicamentos para la diabetes pueden provocar una disminución peligrosa de los niveles de azúcar en sangre.

Antioxidantes y antiinflamatorio natural

Otro de los beneficios de la espirulina más reconocidos por la ciencia es el de aliviar la inflamación crónica y el daño oxidativo. Esto se debe a que posee diferentes sustancias, como la ficocianina, que poseen propiedades antioxidantes.

Esto significa que permite combatir los efectos de los radicales libres, moléculas inestables que afectan las estructuras celulares sanas y aumentan el riesgo de distintas enfermedades.

Otros beneficios

El consumo regular de espirulina también se vincula a otros beneficios para la salud:

  • Anticancerígena: gracias a los efectos antioxidantes de sus componentes activos.
  • Ayuda a perder peso: gracias a que es un alimento bajo en calorías.
  • Combate las alergias: se vinculó con una importante reducción en los síntomas de la rinitis alérgica, comúnmente conocida como fiebre del heno o alergias estacionales.
  • Desintoxicante: según distintos estudios, puede utilizarse para tratamientos por envenenamiento por contaminantes.
  • Estimulante: puede mejorar la fuerza y resistencia física.
  • Reduce la presión: relaja los vasos sanguíneos gracias a que estimula la producción de óxido nítrico.

Cómo consumirla

Tradicionalmente, la espirulina se consumía horneándola junto al pan o simplemente sola. Sin embargo, los expertos advierten que su sabor se asemeja al agua de lago o mar.

Por este motivo, la opción más atractiva para incorporarla en la dieta es en forma de polvo. Esto permite combinarla en batidos, jugos, o con cereales durante el desayuno. Solo procura no calentarla, ya que esto reducirá sus propiedades nutricionales.

Precaución

Dado que los polvos o cápsulas de espirulina son las formas más comunes de incorporarla a la dieta, los expertos advierten que se debe tener cuidado al consumirla ya que puede interactuar con medicamentos que ya estés tomando.

Tampoco se recomienda su administración a personas con enfermedades autoinmunes, embarazadas, mujeres en período de lactancia o niños, sin antes consultarlo con un profesional de la salud.

Además, diferentes estudios encontraron que las personas con gota o cálculos renales deben evitarla, ya que el alga puede agravar su estado. Un exceso de sus suplementos también puede producir dolor de cabeza, diarrea y vómitos.

Para recordar:

Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado.

No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.

Recuerda, las propiedades medicinales de las hierbas y suplementos también pueden interactuar con los fármacos recetados, con otras hierbas y suplementos, e incluso alterar tu dieta.

Fuentes consultadas: Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.

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