Alfalfa, una leguminosa con muchas propiedades

¿Qué es la alfalfa?

Medicago sativa es una leguminosa perenne erguida o ascendente con un sistema de raíces muy profundo que le permite soportar sequías extremas. También se la conoce como mielga, afarfa, alfalfe, arfarfa, merga, mielca, o lucerne (esta última en inglés).

Tiene tallos que alcanzan una altura de entre 30 y 60 centímetros, y posee hojas trifoliadas. Las flores son púrpuras o azules y sus frutos son una leguminosa retorcida en espiral que contiene pequeñas semillas dentro. Puede fructificar muchas veces por temporada, dependiendo la zona de cultivo, edad de la planta, polinizadores y lluvias.

Alfalfa, una leguminosa con muchas propiedades
Se la denominada la reina de los forrajes y puede producir más proteínas por hectárea que la mayoría de sus cultivo competentes. | Foto: GETTY IMAGES

La primera referencia escrita sobre la alfalfa data del 1 300 a.C. en Turquía, aunque no se sabe a ciencia cierta cual es su procedencia exacta.

Se la denominada la reina de los forrajes y puede producir más proteínas por hectárea que la mayoría de sus cultivo competentes. Tiene la particularidad de fijar nitrógeno al suelo y extraer más potasio que el maíz, motivo por el que los agricultores la aprovechan para realizar rotación de cultivos.

Los complementos dietarios suelen presentar a la alfalfa como un extracto capaz de normalizar la presión arterial, ayudar al sistema cardiovascular y reducir el colesterol. Los investigadores creen que esto sería posible gracias a que contiene cumarina, vitamina K y saponina, tres elementos que individualmente se estudian para esas dolencias. Sin embargo, hay que tener en cuenta que estos compuestos se encuentran en mayor medida en muchas otras plantas.

Otros nombres

La alfalfa también es conocida bajo los siguientes nombres: Feuille de Luzerne, Grand Trèfle, Herbe aux Bisons, Herbe à Vaches, Lucerne, Luzerne, Medicago, Phyoestrogen, Phyto-œstrogène, Purple Medick, Sanfoin.

Para qué se usa

Los usos de la alfalfa en medicina tradicional a lo largo de la historia han sido muchos y variados. Se consideró estimulante del apetito, diurético, protector del tracto urinario, y preventivo de la diabetes, problemas cardiovasculares e intestinales. También se la utilizó para los problemas de próstata, úlcera péptica, y dolor de oído, entre otras dolencias.

Ensayos en laboratorio y en pruebas con animales, encontraron que los extractos de semilla de alfalfa pueden ser potencialmente útiles para prevenir la hipercolesterolemia, la trigliceridemia y la aterogénesis.

Las saponinas de la raíz y sus hojas podrían reducir la absorción intestinal del colesterol, aunque en otras plantas la presencia de estos heterósidos saponínicos suele ser mayor.

Tomando los compuestos individualmente encontraremos que la cumarinas y vitamina K pudrían contribuir a normalizar la presión arterial beneficiando al sistema cardiovascular. A su vez, las isoflavonas, como la genisteína, podrían ayudar a prevenir ciertos tipos de cáncer y enfermedades del corazón, aunque todas ellas aun son estudiadas.

Lo cierto es que la alfalfa es una hierba rica en provitaminas A, B6, B12, D, K, E y P, aminoácidos, y minerales como calcio, colina, fósforo, hierro, magnesio, potasio, silicio y sodio. Sus semillas contienen 33,2% de proteína y 4,4% de materia mineral.

Contraindicaciones

Los estudios en animales de semillas de alfalfa y brotes de semillas han sugerido alguna contraindicación en pacientes con la enfermedad autoinmune lupus. En dos pacientes con lupus eritematoso sistémico bien controlado (LES), el consumo de tabletas de alfalfa se asoció a una exacerbación de los síntomas.

Aun no se descartan otras contraindicaciones, o efectos adversos en combinación con otros fármacos, por lo que es de suma importancia consultar a un profesional de la salud antes de consumir cualquiera de las partes de la planta o sus extractos.

Preocupación sobre su uso

Natural Standard explica qué, aunque el consumo de hojas de alfalfa es POSIBLEMENTE SEGURO para la mayoría de los adultos, la ingesta de sus semillas durante un largo tiempo no lo es. Se cree que los productos de semillas de alfalfa podrían hacer que el sistema inmunológico sea más activo y esto podría empeorar los síntomas de las enfermedades auto inmune, como Esclerosis múltiple esclerosis, Lupus (lupus eritematoso sistémico), o Artritis reumática.

La alfalfa también puede hacer que la piel de algunas personas sea más sensible al sol, actuaría como estrógeno, por lo que se aconseja precaución a mujeres embarazadas o en período de lactancia, reduciría los niveles de azúcar en sangre, y provocaría trastornos hormonales. Por ello, se desaconseja su ingesta si ya se consumen medicamentos, hierbas o suplementos para esas condiciones.

Actualmente no se conocen interacciones con otros alimentos, aunque si con ciertos suplementos, como los de vitamina E.

Fuentes consultadas:

ABC y XYZ de la apicultura, A. I. Root, ISBN: 950-504-372.

Botanicals: A phytocosmetic desk reference, ISBN: 0-8493-2118-2.

Botanical Safety, ISBN: 978-1-4665-1695-3.

Encyclopedia of cultivated plants, ISBN: 978-1-59884-774-1.

Indian Medicinal Plants, ISBN: 978-0-387-70637-5.

The International Plant Names Index (IPNI).

The plant list.

Western Medicinal Plants and Herbs, ISBN: 0-395-83806-1.

Comparte tu opinión