La pigmentación amarillo naranja característica de esta flor se debe a los carotenoides que contiene, fitoquímicos precursores de la biosíntesis de la vitamina A y con gran poder antioxidante, que a su vez protegen el cuerpo de los efectos nocivos de los llamados radicales libres.
De acuerdo con la Academia Americana de Médicos de Familia, con el tiempo, los radicales libres pueden desencadenar una reacción en el cuerpo que daña substancias químicas importantes, el ADN (DNA en inglés) y algunas partes de sus células, lo que pueden contribuir al proceso de envejecimiento, al igual que al desarrollo de enfermedades tales como cáncer, diabetes y enfermedad del corazón.
Como la mayoría de las verduras, la flor de calabaza tiene muy pocas calorías. Se caracteriza por poseer una abundante cantidad de agua (95.15 g por 100 gramos de parte comestible) y poca grasa, tan sólo 0.24 gramos por 100 gramos de parte comestible. Estas características hacen que la flor de calabaza pueda ser un ingrediente importante dentro de una dieta de adelgazamiento, siempre y cuando no se preparen fritas o empanizadas.
Es particularmente rica en vitamina A, vitamina C y ácido fólico, además de minerales como el potasio, el calcio (39-47 mg por 100 gramos de parte comestible) y el fósforo.
Su alto contenido de ácido fólico las hacen un alimento ideal durante el embarazo. El ácido fólico es una vitamina que ayuda al organismo a crear células nuevas. Es muy importante para las mujeres en edad fértil. Obtener suficiente ácido fólico antes y durante el embarazo puede prevenir defectos congénitos importantes en el cerebro y la columna vertebral del bebé.
Debido a su riqueza en calcio y fósforo, la flor de calabaza es una buena opción para prevenir los problemas de osteoporosis. El calcio tiene muchas funciones importantes. El cuerpo almacena más del 99% de este mineral en los huesos y los dientes para ayudarlos a ser fuertes y resistentes. El resto se encuentra en todo el cuerpo en la sangre, los músculos y el líquido entre las células. En tanto, la principal función del fósforo es la formación de huesos y dientes.
Humberto Talavera en su libro “El poder curativo de las flores mexicanas", refiere que la flor de calabaza es una planta con propiedades medicinales, asegura que es muy recomendable para los malestares de la vejiga y los cálculos renales.
La mejor opción para comprar flores de calabaza son los mercados, donde estén frescas y adquirirlas con poco tiempo de anticipación antes de prepararla, porque no dura más de 24 horas en el refrigerador. Se enjuaga con agua antes de usarse y se cuelgan del tallo para que sequen bien.
Las flores comestibles más comunes en México son la flor de jamaica, de calabaza, la lavanda, buganvilia, rosa, geranio, dalia, borraja, mastuerzo, clavelina, malva, manzanilla, diente de león y el cempasúchil.
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