Benzodiacepinas, nueva alerta sobre sus riesgos fatales

Las benzodiacepinas deberían incluir en sus etiquetas más información sobre los riesgos que conlleva el abuso y mal uso  de este tipo de droga, incluyendo la dependencia física y reacciones a la abstinencia.

Con el fin de fomentar el consumo seguro,  la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) exigirá una actualización en la etiqueta de advertencia. 

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Según la entidad, en 2019 se escribieron 92 millones de recetas de benzodiacepinas en los Estados Unidos. Aunque es un medicamento autorizado para ciertos tratamientos, el abuso de esta droga y su uso prolongado ya la ha transformado en una epidemia.

Solo en 2017,  las sobredosis de este medicamento fueron la causa de 70,237 muertes, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

Otro dato alarmante que arrojó un reporte de los CDC: las muertes de mujeres adultas por sobredosis de benzodiacepinas aumentaron ocho veces entre 1996 y 2017.

Qué son las benzodiacepinas

Las benzodiacepinas son una familia de populares medicamentos que incluyen al Valium, Xanax, Diazepam, y Lorazepam, entre otros, que se utilizan para tratar un amplio espectro de trastornos. Entre ellos: ansiedad, ataques de pánico, insomnio, y convulsiones.

Se los conoce también como ansiolíticos, ya que causan un efecto de relajación en el paciente.

Las benzodiacepinas son adictivas (muy similares a los opioides), y causan un ritmo respiratorio lento, alterando el sistema nervioso y mental. Su consumo excesivo puede causar la muerte por sobredosis.

Curiosamente, los que más recetan benzodiacepinas no fueron los psiquiatras, sino los médicos de atención primaria.

Investigadores destacan que, aunque se trata de medicamentos muy populares, hay pocas normas que regulen el uso de las benzodiacepinas. Los médicos coinciden en que es una droga que, en el marco clínico adecuado, puede ser muy útil y efectiva, cuando se la receta a corto plazo.

Sin embargo, su consumo excesivo puede llevar a la muerte.

Abordar el problema con este medicamento en una etapa temprana, antes que llegue a manos del paciente, es crítico para prevenir que se transforme en un problema de salud pública mayor.

Además del paso de etiquetas más estrictas, la FDA está revisando las guías de uso de benzodiacepinas, con la meta de educar a médicos y pacientes sobre sus riesgos si se la consume fuera del marco de un tratamiento médico específico.

Fuentes: National Institute on Drug Abuse, FDA, CDC, JAMA Network.