Cuando vas a la playa y pasas días junto al mar te sientes renovado, cargado de energías, y en realidad va más allá de ser una sensación: la ciencia confirma que los beneficios están probados.
Varias investigaciones hallaron que pasar tiempo cerca del océano es bastante bueno para tu bienestar. Por ejemplo, un estudio publicado en Journal of Coastal Zone Management, concluyó que los participantes que viven en hogares con vista al mar reportan sentirse más tranquilos que los que viven en las ciudades.
¿A qué se debe esa sensación tan placentera? Hay algunos factores que influyen, dijo a NBC Richard Shuster, psicólogo clínico y creador de The Daily Helping.
Para empezar, uno muy importante es el color. "El color azul ha sido señalado por una cantidad abrumadora de personas como impulsor de sentimientos de calma y paz" dijo Shuster.
Un estudio publicado en Association for the Advancement of Science’s Journal halló que el color azul incluso está asociado con un impulso en la creatividad. "Mirar fijamente al océano realmente cambia la frecuencia de nuestras ondas cerebrales y nos pone en un estado meditativo suave" agregó el experto.
Sigamos con el olor del mar: la brisa del océano contribuye a serenarnos, y puede tener algo que ver con la composición de los iones en el aire que respiramos.
Además, ese movimiento constante de agua que fluye y se escucha suave, es muy relajante. "Es algo que desestimula nuestro cerebro", explicó Shuster.
Terapia de mar
“Estos átomos de oxígeno tienen un electrón extra y se producen en lugares como cascadas y el océano” comentó Shuster. Un estudio publicado en Journal of Alternative Complementary Medicine sugiere que la terapia de iones negativos (que contiene el aire del mar) podría ser utilizada para tratar los síntomas del trastorno afectivo estacional, un cuadro también llamado tristeza otoñal.
Por último, el simple acto de tocar la arena te hace sentir todo diferente, un detalle que parece sencillo, pero es muy importante. "La sensación física de poner los pies en la arena caliente hace que la gente se relaje", afirma Shuster.
En lo que sentimos al estar cerca del mar, también hay un efecto placebo. "Hemos sido condicionados a pensar en la playa como pacífica y relajante", afirmó Shuster. "Podemos agradecer a las películas favoritas y programas de televisión por esto, ya que casi cualquier escena de la playa se retrata como un escenario súper tranquilo”.
El experto aconseja, para concluir, que si no te puedes ir a vivir cerca del mar, trates de aprovechar al máximo tu estadía en la playa, recurriendo por ejemplo a la meditación, que lleva al estado de conciencia plena y es ideal para ser practicada a la orilla del océano.