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Anatomía normal
La piel cubre todo el cuerpo y actúa como una barrera protectora. Los tejidos de la cicatriz se forman a medida que la piel va sanando después de una herida causada por un accidente o después de una intervención quirúrgica. El tamaño de la cicatriz puede estar determinado por el tamaño, la profundidad y la ubicación de la herida; la edad de la persona; los factores hereditarios y las características de la piel, entre ellas, su color (pigmentación).
Las cicatrices no pueden ser eliminadas por completo. El grado de mejoramiento va a depender de variables como la dirección y tamaño de la cicatriz, la edad de la persona, el tipo y color de piel y los factores hereditarios, que puedan condicionar, previamente, el alcance del proceso de curación.
Indicaciones
Es preferible extirpar una cicatriz varios meses o años después del proceso de curación. Los medicamentos (corticosteroides tópicos, anestésicos en ungüento y antihistamínicos en crema) pueden reducir los síntomas de picazón y sensibilidad durante este tiempo. Las cicatrices se reducen y se vuelven menos notorias con el paso del tiempo, por lo que retrasa la extirpación quirúrgica hasta que se aclare el color de la cicatriz, lo cual suele suceder varios meses e, incluso, un año después de que la cicatriz ha sanado.
El queloide es una cicatriz anormal que es más gruesa, diferente en color y textura y que se extiende más allá de los bordes de la herida y tiende a ser un problema recurrente. Con frecuencia, crea un efecto abombado grueso que simula un tumor. Los queloides se eliminan en el lugar donde se encuentran con el tejido normal. La piel es entonces suturada, uniendo los bordes. Los queloides suelen reaparecer en el mismo sitio de la extirpación de una cicatriz.
Procedimiento
La cirugía para extirpar una cicatriz se realiza con el paciente despierto, soñoliento (bajo sedantes) o profundamente dormido y sin sentir dolor (bajo anestesia local o general). Las heridas masivas (como las quemaduras) pueden ocasionar la pérdida de piel en áreas muy extensas y pueden dar pie a la formación de cicatrices hipertróficas. La cicatriz hipertrófica puede causar una disminución del movimiento de los músculos, las articulaciones y los tendones (contracción). En la reparación quirúrgica se elimina el exceso de tejido en la cicatrización y se puede hacer una serie de pequeñas incisiones a ambos lados de la cicatriz, creando así colgajos de piel en forma de "V" (plastia en forma de Z). El resultado es una cicatriz delgada y menos visible, dado que el cierre de una herida, luego de una plastia en forma de Z, sigue los pliegues de la piel de una manera más natural.
Procedimiento
Para realizar un injerto de piel, se toma una capa delgada (espesor parcial) de la piel de otra parte del cuerpo y se coloca por encima del área de la herida. En una cirugía de un colgajo de piel se trasplanta todo el grosor (espesor completo) de piel, grasa, nervios, vasos sanguíneos y músculos, desde un área saludable del cuerpo hacia el sitio de la herida. Estas técnicas son planificadas en los casos en que se haya perdido una cantidad considerable de piel en la herida original, cuando una cicatriz delgada no logra cerrarse y cuando la principal preocupación es el mejoramiento de las funciones más que las razones estéticas. Es posible que luego se requieran procedimientos secundarios para lograr los resultados estéticos apropiados.