Algunos de los ingredientes de la cocina podrían tener un papel que va más allá de servir como saciadores del apetito. Investigadores mexicanos del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) encontraron en el ajo y las uvas agentes antiparasitarios contra enfermedades del sistema digestivo.
De acuerdo con Raúl Argüello García, miembro del Departamento de Genética y Biología Molecular del Cinvestav, la alicina, un compuesto presente en el ajo, tiene eficacia terapéutica contra la giardiasis, afección provocada por el patógeno Giardia duodenalis que causa diarrea y en los niños puede limitar la absorción de nutrientes en el intestino.
“Lo que hace la alicina es romper mediante el efecto citolítico la membrana del parásito. Aparte de eso, se une a proteínas que son ricas en un aminoácido que se llama cisteína”, comentó el investigador a HolaDoctor.
Esta conclusión se llegó luego de realizar varios experimentos en un grupo de jerbos, una especie de roedor muy sensible a la infección por giardia, y suministrarle primero extracto de ajo y luego una versión purificada de alicina.
Dicho hallazgo podría representar una alternativa natural más viable en el combate de dicha enfermedad. Y es que, según Argüello, algunos de los fármacos más comunes pueden causar efectos secundarios severos al grado que el paciente abandone el tratamiento y provoque que los parásitos se vuelvan resistentes a futuros medicamentos.
“Generalmente, para este cuadro se usa el metronidazol, albendazole, furazolidona y paramomicina, que inducen apoptosis o muerte celular programada. La alicina desarrolla un proceso llamado necrosis en la giardia, que no suele ser tan agresivo como el primero”, agregó.
Aunque en las pruebas de toxicidad se halló que la alicina podría causar daños mínimos al organismo, se ha identificado a este compuesto con varios usos en el campo de la salud. Y es que, además de ser un potente antioxidante, tiene efectos en otros padecimientos como la diabetes, la hipertensión y ayuda a bajar los niveles altos de colesterol, comentó el investigador.
Por otra parte, también se encontró que el resveratrol, un compuesto presente en las uvas y en los vinos, tiene efectos positivos en la lucha contra el Entamoeba histolytica, parásito responsable de producir la amebiasis (cólicos, diarrea, fatiga, dolor rectal).
“Hay datos importantes a partir de trabajar en modelos in vitro con cultivos de amibas. Aunque es un descubrimiento que está en sus primeras etapas, en un futuro podría convertirse en una alternativa de tratamiento”, comentó a HolaDoctor Fidel de la Cruz Hernández Hernández, del Departamento de Infectómica y Patogénesis Molecular del Cinvestav.
Además de encontrarse en más de 70 especies de plantas, como frutos secos y pinos, otros estudios aseguran que el resveratrol tiene efectos antioxidantes, anticancerígenos, antiproliferativos, antifúngicos y antivirales.
Por ahora, tanto los estudios en la alicina como el resveratrol se encuentran en una fase previa de reformulación con la finalidad de aplicarse en estudios pilotos en otros animales para después ser probado en humanos.
Estos hallazgos se suman a otros como el hecho en la década de 1960 por la profesora china Youyou Tu en el que fue posible tratar una epidemia de malaria a partir de algunos extractos del ajenjo dulce como la Artemisia annua (Qinghao).