El síndrome del intestino irritable (SII) es un problema que afecta al intestino grueso. Puede causar cólicos abdominales, distensión y cambios en los hábitos intestinales, y es bastante frecuente. Aunque se desconoce la causa exacta de este problema (en muchas ocasiones es hereditario) está muy ligado a la respuesta emocional frente al miedo, la ansiedad y el estrés. Las personas reaccionan de diferente manera y para muchas, su "blanco corporal" es el intestino.
En la mayoría de los casos, el SII se puede controlar con dieta, manejo del estrés, probióticos y medicinas. Pero un grupo de científicos decidió investigar cómo funcionaba una terapia alternativa, la hipnosis, en el alivio de estos síntomas.
La hipnoterapia como tratamiento
Los investigadores del Centro Médico Universitario de Utrecht y otras instituciones de los Países Bajos, probaron sesiones de hipnoterapia individual y en grupo para tratar el SII, en un estudio con casi 400 pacientes de 18 a 65 años de edad de 11 hospitales, que habían sido derivados a tratamiento psicológico para aliviar su SII.
Los participantes se dividieron en 3 grupos: 142 recibieron sesiones de hipnoterapia individual de 45 minutos, 2 veces por semana durante 6 semanas; 150 recibieron sesiones grupales de hipnoterapia con la misma frecuencia y por el mismo período de tiempo, y 54 personas permanecieron en el grupo de control, donde accedieron a sesiones de apoyo educativo.
La hipnosis o hipnoterapia es una técnica que consiste en llevar a un individuo a un estado de gran relajación a un nivel tal que permitiría acceder hasta su subconsciente.
Se ha demostrado que ayuda a tener un control cerebral sobre la sensación y la conducta y según un estudio de 2013 de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, la hipnosis puede ayudar a tratar el dolor, las fobias, el estrés y la ansiedad.
Cómo se hizo el estudio
Las sesiones de hipnoterapia fueron impartidas por un equipo de psicólogos capacitados especialmente. Durante las sesiones, se aplicaron técnicas de visualización positiva, brindando sugerencias sobre el manejo del dolor y del malestar intestinal.
A los 12 meses, el 40.8% de los pacientes del grupo de hipnoterapia individual, y el 49.5% de los pacientes del grupo de hipnoterapia grupal, informaron alivio de sus síntomas, mientras que en el grupo de control la mejora fue del 22.6%.
Por lo tanto, los científicos llegaron a la conclusión de que la hipnoterapia no solo es efectiva para el alivio del SII, sino que se puede llevar a cabo en grupo y no resulta inferior a los efectos de la hipnoterapia individual.
Al publicar las conclusiones en The Lancet Gastroenterology & Hepatology, los autores escribieron que “la hipnoterapia debe considerarse como un posible tratamiento para los pacientes con SII en atención primaria y secundaria".
Cerebro e intestino están muy ligados
En el síndrome de intestino irritable, es muy difícil de separar la causa y el efecto, ya que el intestino y el cerebro están íntimamente ligados. Las dificultades diarias así como los problemas prolongados (un trabajo difícil, una relación tensa) pueden provocar SII.
Sin embargo, también es cierto que los síntomas que produce, como diarrea, urgencia para evacuar, incontinencia o dolor, son igualmente estresantes. Esto crea una situación de "el huevo o la gallina" en donde es imposible separar la causa del efecto. Lo que complica todo aún más, es el hecho de que tanto los desórdenes emocionales como los digestivos, son muy comunes. El intestino irritable, la depresión, el pánico y la ansiedad por si solos, ocurren en 1 de cada 10 personas. Entonces, no es una sorpresa que los síntomas emocionales y los problemas del intestino ocurran generalmente de manera simultánea en una misma persona, sin importar la causa ni el efecto.
Si alguien sufre de depresión, pánico o ansiedad y es una persona que responde a través del intestino, con toda seguridad sentirá un empeoramiento de sus síntomas de SII en tanto sus desordenes emocionales persistan, según informa la Fundación Internacional de Desórdenes Gastrointestinales (IFFGD)
Por otra parte, la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU. señala que si bien estos síntomas son molestos, el SII no causa daño en los intestinos.
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