No se puede saber si un alimento está contaminado con E. coli por su aspecto, olor o sabor. Pero sí puedes hacer muchas cosas para protegerte.
Aunque la mayoría de los tipos de bacterias Escherichia coli (E. coli) son inofensivas, ciertas cepas pueden provocar enfermedades graves transmitidas por los alimentos y causar diarrea, como la diarrea del viajero.
El peor tipo de E. coli -O157:H7- causa una diarrea hemorrágica que puede provocar insuficiencia renal y hasta la muerte. Esto, en general, ocurre en niños y en adultos con sistemas inmunológicos debilitados.
Cómo protegerte: medidas clave
Para ponerte a salvo de la E. coli y otras enfermedades transmitidas por los alimentos, sigue las pautas básicas de seguridad alimentaria:
- Lávate las manos, los utensilios y la superficie de la cocina con agua caliente y jabón antes y después de preparar o comer alimentos.
- Enjuaga los productos crudos a fondo, sobre todo los matorrales que tienen una superficie firme.
- Mantén los alimentos crudos, especialmente las carnes, separados de los alimentos listos para el consumo.
- Refrigera o congela rápido los alimentos perecederos.
- Evita los jugos no pasteurizados, como las sidras y productos lácteos sin pasteurizar.
- No bebas agua sin tratar de lagos o arroyos.
- Cocina los alimentos a fondo. Usa un termómetro para verificar la temperatura. Ten en cuenta que cada alimento necesita una diferente.
Temperaturas de cocción de los alimentos
- Los filetes, chuletas y asados de res, puerco, cordero y ternera deben cocinarse a una temperatura interna mínima de 145º F (63º C) y dejarlos reposar durante 3 minutos antes de servirlos.
- Las carnes molidas que no son de ave, deben cocinarse a por lo menos 160º F (71º C).
- Las aves de corral deben cocinarse a 165º F (74º C).
- Las sobras y las cazuelas, a 165º F (74º C).
Fuente: Dra. Katherine Zeratsky, de Clínica Mayo; Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).