Mayer, anteriormente ejecutiva de Google a cargo de los mapas, a sólo horas de su contratación en Yahoo en 2012, anunció que estaba embarazada y trabajó hasta último momento.
Su embarazo fue muy comentado entonces, y reactualizó el debate trabajo versus maternidad, ya que en su momento hubo gente que puso en duda su capacidad de liderar pero otros se preguntaron por las necesidades físicas y emocionales de la futura mamá y el bebé.
Mayer no es una ejecutiva más sino una de las mujeres más influyentes del mundo de la tecnología, hasta llegó a decir que en Google tenía nada menos que 70 reuniones por semana. Y ahora, a los 40 años, será nuevamente mamá pero esta vez de gemelas.
En su momento, para muchos fue revolucionario el hecho de que una mujer embarazada fuera contratada para dirigir una compañía de tal magnitud, pero ella se ocupó de minimizar su posible ausencia: “Mi licencia por maternidad durará unas pocas semanas pero voy a seguir trabajando”, expresó Mayer.
Sin embargo, la licencia por maternidad no es un lujo, no son vacaciones, no es un recreo sino una necesidad regulada internacionalmente, justamente porque hace a la salud y al desarrollo del bebé y de su mamá. Se trata nada menos que de un tiempo necesario para volver a orientarse, sanarse, resolver cosas y aprender a mantener con vida a esa pequeña personita a la que acaban de dar vida.
La licencia por maternidad es un momento clave para establecer una relación con tu hijo, aprender a cuidarlo, a organizarlo. Se trata de un respiro en la vida profesional para concentrarse en tu hijo y en tu familia, ya que también te permite conocer a tu pareja en el nuevo rol.
Sin embargo, sucede muchas veces que las mujeres retrasan su maternidad por su carrera laboral.
Es más, hay empresas que hasta les pagan a sus ejecutivas el congelamiento de óvulos para retrasar sus proyectos de maternidad, tales como Facebook y Apple, por ejemplo, que pagarán hasta 20 mil dólares para la congelación de óvulos de aquellas mujeres que lo soliciten por motivos no médicos sino personales y de esa forma lograr que esas mujeres se concentren más en sus carreras profesionales.
Lo que según los ejecutivos de ambas compañías se relaciona con un cuidado y protección a la familia, puede ser también visto como una priorización de las necesidades empresariales a las que genera el llamado “reloj biológico”.
Dependiendo de la empresa, en Estados Unidos las licencias suelen ser de 6 semanas si el parto fue natural y tres meses si el parto fue por cesárea, el tema es que en muchas ese tiempo ni siquiera es pago. No importa lo fácil que te haya resultado dar a luz, existe una razón por la que los doctores recomiendan que las mujeres no hagan ejercicio durante las 6 semanas posteriores al parto y es que el cuerpo necesita recuperarse.
La episiotomía o la cesárea agregan un nuevo nivel de incomodidad y recuperación, las hormonas cambiantes del cuerpo producen cambios físicos y de carácter, la falta de sueño produce irritabilidad y la comida “a demanda” del recién nacido parece acabar con todas las rutinas posibles.
Aunque es una práctica muy habitual en países desarrollados, en Estados Unidos no es muy común que se den bajas por maternidad con goce de sueldo, aunque algunas compañías más progresistas lo hacen hasta 6 semanas. En Estados Unidos las empresas con menos de 50 empleados no tienen obligación de ofrecer una seguridad pagada a las nuevas madres y la mayoría de ellas tiene que regresar al trabajo a las pocas semanas de tener su hijo.
Con la aprobación del llamado Acta Federal de Baja Médica y Familiar (FMLA, por sus siglas en inglés), en 1993, la mayoría de las personas pueden tomarse hasta 12 semanas sin ser remuneradas y si esas personas han trabajado más de 12 meses, la empresa debe conservarles su beneficio del seguro médico mientras vuelven del trabajo.
En México, las mujeres que trabajan en el sector privado tienen derecho a disfrutar de un lapso de descanso de 6 semanas antes del parto y 6 después del mismo, período que puede prorrogarse si existen problemas de salud relacionados con el embarazo o el parto. En el período de lactancia, las mamás tienen derecho a dos reposos extraordinarios de media hora cada uno para alimentar al bebé.
En Colombia, la licencia de maternidad consta de un descanso de 14 semanas pagas y hasta dos semanas antes de la fecha probable de parto, una de las cuales es obligatoria, ya que se considera importante tener un descanso antes del parto.
En Venezuela, la ley permite tomarse hasta 26 semanas de descanso: 6 antes del parto y 20 después, si existe algún tema médico, este tiempo puede ser mayor si hay problemas relacionados.
Si estás pensando en un embarazo o estás embarazada y estás trabajando, aquí hay algunas recomendaciones aparecidas en una nota de la revista Harvard Business Review, que ahonda en el mundo de los negocios:
- Primero habla con tu jefe antes de que todo el mundo hable de tu embarazo. Infórmale cuáles son tus planes y escucha lo que tiene para decir.
- Organiza una lista con tus principales responsabilidades y clasifícalas por categorías para saber cuáles son las que necesariamente debes hacer tú y cuáles podrían delegarse. Tu jefe evaluará si de ser necesario, se contratará alguien temporalmente.
- Revisa tus opciones y posibilidades. Ten en cuenta que además de tu licencia, se pueden sumar días de vacaciones y feriados.
- Averigua si existe alguna posibilidad de trabajar desde tu casa luego de que tengas el bebé.
- Elige una estrategia de guardería o cuidado del bebé que te permita estar tranquila cuando vuelvas a trabajar. Busca una institución que apoye el desarrollo social, emocional y físico de tu bebé.