Muchas instituciones convocan a mujeres para que donen sus óvulos, para satisfacer la gran demanda de parejas que optan por la fertilización in vitro (FIV).
El doctor Robert Klitzman, profesor de psiquiatría clínica de Columbia University, en Nueva York realizó un estudio para ver en qué condiciones éticas se desempeñan estas clínicas y señaló al respecto: "Diría que la ASRM debe prestarle más atención a esas organizaciones para evitar que se aprovechen de estas mujeres".
Puntos clave
La Sociedad de Tecnologías de Reproducción Asistida (SART por su sigla en inglés), calcula que en el 2010 se realizaron más de 15,000 intentos de fertilización in vitro en las clínicas miembro, comparado con los 11,600 efectuadas en el 2003.
La Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva (ASRM) establece como principios éticos: que las donantes deben ser mayores de 21 años; entre los 18 y los 20 años hay que realizarles primero una evaluación psiquiátrica. También prohíbe el pago a cambio de los óvulos, pero especifica que a todas las donantes hay que compensarles por igual el tiempo demandado.
La adhesión a estas recomendaciones es voluntaria y las guías carecen de autoridad legal, pero la ASRM sancionará a los miembros que no las cumplan.
El equipo del Doctor Klitzman realizó una investigación de 102 sitios de internet que convocan donantes de óvulos y publicó los resultados en la revista Fertility and Sterility.
Muchos de estos sitios eran de clínicas de FIV a cargo de un médico y en otros casos, sólo eran nexos que unían la demanda con la oferta.
El estudio arroja datos preocupantes: el 34 % de esos sitios online ofrecían pagos más altos por ciertos requisitos, como haber donado previamente o tener mayor nivel educativo, habilidades deportivas o buena apariencia; más del 40 % de los sitios convocaba mujeres de entre 18 y 20 años.
Para Klitzman, los resultados son terribles: "No estamos pagando los óvulos (...), sino compensando el tiempo y el esfuerzo de las donantes. De modo que no deberíamos pagar según la calidad de los óvulos", declaró Klitzman, quien dirige el Master sobre Bioética en Columbia.
Los centros autorizados por la ASRM o la SART fueron los que más cumplieron con las guías: un 26 % de esas agencias o clínicas pagaban más por ciertos requisitos, comparado con el 63 % de los sitios no autorizados.
Las clínicas a cargo de un médico adherían más a las guías que las agencias: sólo un 10 % de las clínicas decía vía internet que abonaría más por ciertos requisitos, comparado con el 59 % de las agencias (intermediarios).
Los directivos de la ASRM señalaron que ellos controlan a sus miembros continuamente y que les solicitará modificar las prácticas según las guías o principio que fija la institución, o podrán perder su calidad como miembros.
El Doctor Klitzman declaró que es muy importante que las potenciales donantes conozcan a fondo los posibles riesgos psicológicos y físicos que implica la donación de óvulos.
Se llama así a la unión del óvulo de una mujer y el espermatozoide de un hombre, en un plato de laboratorio. In vitro significa “por fuera del cuerpo”. Fecundación significa que el espermatozoide se ha fijado y ha ingresado al óvulo, según la Biblioteca Nacional de Medicina.
Normalmente, un óvulo y un espermatozoide se fertilizan dentro del cuerpo de una mujer. La fecundación in vitro es una forma de tecnología de reproducción asistida, lo cual quiere decir que se utilizan técnicas médicas especiales para ayudar a una mujer a quedar embarazada o a concebir.
Esta técnica se ha utilizado con éxito desde 1978 y con mucha frecuencia se utiliza cuando han fallado otras técnicas de fertilidad menos costosas.