El dolor de espalda es una de las razones más frecuentes por las que las personas acuden al médico o no van al trabajo, y una de las causas principales de discapacidad en el mundo. La mayoría de las personas tiene dolor de espalda al menos una vez en la vida, informan los expertos de la Clínica Mayo.
Por lo tanto, tratar y controlar el dolor de espalda, que puede resultar de lesiones o problemas de salud, es crucial. Por suerte, puedes tomar diversas medidas para prevenir o aliviar la mayoría de los episodios de dolor de espalda, entre ellas la elección del colchón que usas para dormir.
Contar con el colchón adecuado es esencial para controlar el dolor lumbar. Puede marcar la diferencia entre dormir bien por la noche y funcionar correctamente al día siguiente.
Tiempo atrás, los médicos a menudo recomendaban colchones muy firmes. Pero una encuesta entre personas con dolor lumbar descubrió que aquellos que dormían sobre colchones muy duros tenían peor calidad de sueño.
Los colchones blandos, por otro lado, también pueden ser problemáticos. Si bien un colchón blando que se ajuste a las curvas naturales del cuerpo puede ayudar a que las articulaciones se alineen favorablemente, también es posible que se hunda tan profundamente que las articulaciones se retuercen y se vuelvan dolorosas durante la noche.
Según el doctor Jeffrey N. Katz, M.D., profesor de Medicina y Cirugía Ortopédica en la Escuela de Medicina de Harvard, cambiar el colchón puede hacer una diferencia sustancial para las personas que sufren de dolor lumbar.
¿Qué debes tener en cuenta?
Muchas veces, tomar la decisión correcta puede ser complicado. No sólo porque un colchón se siente bien cuando te acuestas en él en la sala de exposición significa que dormirás plácidamente cuando lo lleves a casa. Estos son algunos tips que debes tener en cuenta:
1. Necesitas mantener la columna vertebral alineada.
Si un colchón es demasiado firme o demasiado esponjoso, no permitirá un correcto apoyo de la columna vertebral en el cuello o la parte inferior de la espalda de la manera que lo necesita.
2. Cuando estés en duda, ve por un "medio-firme"
Si bien la investigación es limitada, pero en un estudio donde se asignaron colchones nuevos a más de 300 personas con dolor lumbar quienes utilizaron la opción "medianamente firmes" durante 90 días informaron una menor cantidad de molestias, en comparación con el grupo que dormía en colchones "firmes" que reportó mayores molestias.
3. Recambio
Si has estado durmiendo en el mismo colchón durante 9 o 10 años, o más, es hora de cambiarlo. Casi cualquier reemplazo nuevo va a ser mejor para tu espalda que la base suelta de un colchón viejo.
4. Posición para dormir y almohadas
Incluso si tienes el colchón adecuado, no es lo único que cuenta para controlar el dolor de espalda mientras descansas. La posición para dormir es importante, al igual que el tipo de almohadas que usas y dónde las coloca.
Si haces cambios simples en la posición en la que duermes, puedes quitar presión a la espalda. Por ejemplo, si duermes de costado, acerca un poco las piernas al pecho y colócate una almohada entre las piernas.