Un robot entró en la habitación de un hospital en California programado con una misión: decir al paciente de 78 años que yacía en la cama que iba a morir. Sus familiares indignados por la falta de humanidad del médico, han denunciado el caso en los medios de comunicación.
El paciente era Ernest Quintana, un hombre de 78 años que ingresó al área de emergencias del Centro Médico Kaiser Permanente en Fremont, el 3 de marzo, por una enfermedad pulmonar crónica. Al día siguiente del anuncio del robot, murió.
La nieta de Quintana, Annalisia Wilharm, contó a The New York Times que la máquina entró rodando a la habitación y, cuando comenzó una transmisión en la que se veía al médico tratante en una pantalla, ella pensó que se trataba de algo rutinario. El audio no se escuchaba y el paciente no lograba entender qué le decían, ella tuvo que hacer el esfuerzo de comprender las palabras del médico y explicarle a su abuelo.
El médico, de quien no se ha revelado su identidad, dijo que el hospital se había quedado sin opciones de tratamiento efectivo, que ya Quintana no podría regresar a casa para recibir cuidados paliativos y sugería aplicar morfina para que se sintiera más cómodo. La familia sabía que él estaba muriendo, pero “debería haber sido un médico quien se acercó a su cama", declaró Catherine Quintana, la hija del paciente.
La nieta de Quintana lamentó la situación porque después del anuncio su abuelo estaba asustado y decepcionado. Agregó que en la expresión de su rostro se podía ver lo mucho que le había afectado el mensaje remoto del médico.
La telemedicina o telesalud consiste en valerse de comunicaciones electrónicas (videollamadas, mensajes) y dispositivos como computadoras o teléfonos para dar o recibir servicios de atención médica. Aunque es una practica en auge, este caso es una muestra de que los proveedores médicos deben evaluar su pertinencia, de acuerdo a cada caso.
CNN reportó que una portavoz del hospital ofreció "sinceras condolencias a la familia" en un comunicado enviado a la cadena de noticias. "Nos tomamos esto muy en serio y nos comunicamos con la familia para hablar sobre sus inquietudes", explicó Michelle Gaskill-Hames, vicepresidenta senior y gerente de la institución.
En el comunicado explican que sus médicos y enfermeras mantuvieron una comunicación regular y en persona con el paciente y su familia sobre su estado desde el momento en que ingresaron al hospital y que la teleconferencia fue un seguimiento de las consultas médicas anteriores. Agregaron que siempre proporciona información de manera personal y con compasión, más aún si se trata de información difícil.
Sin embargo, la nieta del paciente dijo que no tenía idea de quién era el médico ni de dónde se encontraba; ella grabó toda la transmisión con su teléfono. La familia espera que nadie más tenga que vivir una situación así.
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