El Senado mexicano dio marcha atrás con la medida de la Cámara de Diputados, que buscaba reducir a la mitad el gravamen aplicado al consumo de sodas. En 2013, los legisladores mexicanos aprobaron el Impuesto Especial sobre Producto y Servicio (IEPS) que disponía gravar con 1 peso mexicano ($ 0,06 dólares) a las bebidas con azúcar agregada. La medida fue bien recibida, y según los primeros datos de la Secretaría de Salud, logró bajar el consumo de bebidas endulzadas.
Un estudio del Centro de Población de la Universidad de Carolina del Norte y el Instituto Nacional de Salud Pública de México reveló que en 2014, la venta de bebidas azucaradas se redujo en un 12%, y también se incrementó un 4% la demanda de agua embotellada.
A pesar de estos datos, y ante la presión de la industria elaboradora de refrescos, la Cámara de Diputados propuso rebajar el impuesto a 50 centavos de peso ($ 0,03 dólares) para las bebidas con 5 gramos de azúcar por cada 100 mililitros. Los fabricantes de bebidas adujeron que este gravamen extra no ayuda a combatir la obesidad y la diabetes, ya que los consumidores pagan el sobreprecio con tal de seguir consumiendo las bebidas de su preferencia.
Por su parte, la industria elaboradora de refrescos, agrupada en la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC), informó que las pérdidas en el sector fue de un 2,5%, y también hubo 1.700 bajas de empleados en el primer año de vigencia del gravamen. También negaron que la carga fiscal fuera eficaz en su propósito de combatir la obesidad.
.Tomó 10 sodas al día ¿cuánto engordó?
Si bien la medida buscó combatir los niveles de obesidad entre la población, fue criticada desde un principio por los productores de refrescos, que intentaron impulsar campañas para impedir la caída de las ventas.
Desde la aprobación del impuesto en enero de 2014 hubo una reducción en las compras en todos los grupos socio-económicos, pero fue más notoria en el nivel más bajo, donde alcanzó el 9% en la primera mitad del año y un 17% en diciembre. En ese año los resultados también arrojaron un aumento de un 4% en las compras de bebidas sin impuesto, preferentemente de agua.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), México es el mayor consumidor de refrescos del mundo, donde se beben 163 litros por persona por año. Y la Asociación Americana del Corazón (AHA) revela que en México hay 318 muertes por enfermedades vinculadas con el elevado consumo de bebidas azucaradas., como por ejemplo la diabetes y la obesidad.
Según datos del Consejo Nacional de Evaluaciòn de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el deficiente suministro de agua potable, en especial en los estados del sureste del país, obliga a muchas familias a sobrevivir con la única bebida que está disponible, que es el refresco. El mismo a veces es más fácil de hallar que la propia agua o la leche, por eso es común hallarlo en casi todas las casas.