Dieta del sabor justo

Según explica Gina Gómez, del equipo de nutricionistas de MiDieta, esta dieta fue creada por David Katz, un investigador de la Universidad de Yale que afirma que mientras más sabores hay en nuestro plato, más comemos. Por eso propone un plan para bajar de peso que comprende un solo sabor cada día. 

Su propuesta se fundamenta en que los sabores dulce, salado, ácido, amargo y umami estimulan respuestas independientes del apetito. Al combinarse aumentan el hambre, y se requiere consumir más calorías para sentir saciedad. 

Dieta del sabor justo
| Foto: THINKSTOCK

La dieta de Katz es monótona ya que permite un solo sabor por día y consta de 3 fases, con una duración de 6 semanas. El plan no incluye comidas rápidas, endulzantes, refrescos y todo lo que se pueda comer en un buffet. 

El autor afirma que mientras más mezclan sabores en distintos platos, más se estimula el apetito y esto hace que comamos más. La saciedad sensorial específica significa que mientras el placer y el gusto por un alimento disminuyen, un nuevo sabor estimulará el apetito. Por eso una dieta con sabores “monótonos” ayuda a controlar el apetito y reducir el consumo de calorías. 

En su libro “The Flavor Point Diet”, que escribió junto a su esposa Catherine, Katz menciona un estudio realizado entre 20 personas y sus familias que llevaron a cabo el plan de alimentación con comidas “monotemáticas”. El mismo permitió llegar a un “punto de sabor” que permite modificar el centro del apetito, y así comer menos y perder peso sin sentir hambre. 

Esta idea de Katz también promueve un mayor consumo de alimentos naturales, dejando de lado los industrializados. En el libro se incluyen 40 menús, 100 recetas, una guía de compras y las recomendaciones y pasos para seguir el plan. 

¿Cuánto peso se puede perder?

La Dieta del sabor justo promete una pérdida de 9 a 16 libras (4 a 7 kg). Tiene algunas “fans” como Demi Moore y Katie Holmes.

¿En qué consiste?

La Fase 1 dura 4 semanas, y cada día se come un sabor específico:

  • Semana 1: pasas de uva, grosellas, piña, arándanos, limones, duraznos, naranjas y manzanas.
  • Semana 2: tomates, zanahorias, champiñones, cebollas, calabaza, espinacas y pimientos.
  • Semana 3: manzanas, tomates, almendras, tomillo, nueces, ajonjolí, albahaca.
  • Semana 4: espinacas, naranjas, menta, limones, eneldo, arándanos

La Fase 2, de dos semanas de duración, agrega más sabores al día, pero sólo las comidas principales son monotemáticas

La Fase 3, se centra en el mantenimiento y en la promoción de alimentos integrales, como los cereales, carnes magras, frutas y verduras frescas.

Pros:

  • Estimula el consumo de verduras y frutas.
  • Limita el consumo de alimentos industrializados.

Contras:

  • No es una dieta personalizada.
  • No toma en cuenta la actividad física.
  • Implica tiempo para cocinar.
  • Es difícil de seguir, ya que las comidas son monótonas y no hay variedad.
  • No hay estudios que avalen los beneficios.
  • No es una dieta equilibrada y variada.

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