Pfizer y Moderna, dos de las farmacéuticas que están distribuyendo las vacunas para inmunizar a los habitantes de los Estados Unidos contra covid, anunciaron donaciones de dosis al mundo. La primera informó sobre un envío a México, y la segunda, un calendario de producción para nutrir de inyecciones a las Naciones Unidas, que se donarán a países en desarrollo.
La administración Biden también anunció la donación de dosis de la vacuna de AstraZeneca.
El envío de Pfizer a México hubiera sido imposible un mes atrás, cuando todavía estaba vigente una norma de la administración Trump que prohibía estas exportaciones. La norma expiró a fines de marzo.
Hasta ahora, Pfizer ha enviado a México 10 millones de dosis, producidas en la planta de la farmacéutica en Michigan.
Pfizer junto con BioNTech, la compañía alemana con la que se asoció para investigar una vacuna contra covid y comercializarla, ya han estado realizando envíos de donaciones a distintos países que necesitan dosis. Estos lotes de vacunas se produjeron en la planta que Pfizer tiene en Bélgica.
Por su parte, la farmacéutica Moderna llegó a un acuerdo con las Naciones Unidas (ONU) para producir 500 millones de dosis, en un calendario de producción que se extiende desde fines de 2021 hasta finales de 2022.
En este tipo de acuerdo, en este caso con GAVI, la Alianza para Vacunas de la ONU, los organismos internacionales negocian con las farmacéuticas precios especiales, notoriamente más bajos, de los que pagan los países ricos. Luego donan estas dosis a comunidades vulnerables de países en desarrollo.
Además de esta negociación a precios "módicos", Moderna planea donaciones de manera directa.
La administración Biden también anunció recientemente que estará donando pronto 60 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca contracovid-19, que se ha producido en plantas estadounidenses pero no se está distribuyendo aquí.
La Casa Blanca dijo que Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson tienen bien cubierta la necesidad local y que no hay necesidad de usar la vacuna de AstraZeneca en los Estados Unidos.
Hasta el momento, la campaña de vacunación en los Estados Unidos ha sido de las más exitosa a nivel mundial. Según datos oficiales ya se han administrado 240 millones de dosis.
Al asumir la presidencia, el presidente Joe Biden renovó el vínculo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se había quebrado durante la presidencia de Donald Trump.
Según explica una historia de KHN, la administración también ha prometido a otros países dinero en efectivo para vacunas. Prometió $4 mil millones para la instalación COVAX, el grupo coordinador que tiene como objetivo distribuir 2 mil millones de vacunas contra covid a países de ingresos bajos y medios para fin de año. Ya se ha pagado la mitad de ese dinero.
Biden también ha mantenido reuniones con líderes de Japón y Australia, en un proyecto para que países con economías sólidas apoyen la producción en otros países.
Johnson & Johnson, Novavax y AstraZeneca se han asociado con varios fabricantes indios durante el año pasado en acuerdos inusualmente cooperativos.
Los que recuerdan las crisis de salud pública de la gripe porcina o el Ebola, no quieren que ocurra lo mismo ahora: medicinas y vacunas permanecieron por meses en depósitos porque la burocracia para enviarlas a los países que las necesitaban eran imposibles.
Esta vez parece estar más claro que un mundo vacunado va a ser un mundo sin pandemia.