La variante del coronavirus que causa COVID-19 conocida como Lambda ya es la que domina en Perú, país en donde se registró por primera vez, y en toda Sudamérica. En Perú representa el 82% de los casos.
Esta cepa, que también se ha registrado en el Reino Unido, pero no todavía en los Estados Unidos, parece ser más contagiosa. Sin embargo, los expertos dicen que se necesitan más análisis para determinar su grado de morbilidad (su capacidad de enfermar).
Jairo Méndez, asesor regional de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), dijo que la variante Lambda (también conocida como C.37) ya está en la mayoría de los países de la región. Se observó por primera vez en Perú en diciembre de 2020, pero es ahora que se observa su diseminación global.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) la considera una "cepa o variante de interés" por lo siguiente:
- Posee cambios genéticos que se predice o se sabe que afectan las características del virus, tales como transmisibilidad, gravedad de la enfermedad, capacidad de "engañar" al sistema inmune, más díficil diagnosticar y tratar.
- Registra una transmisión comunitaria significativa o múltiples grupos de COVID-19, en varios países con una prevalencia relativa creciente junto con un número creciente de casos a lo largo del tiempo, u otros impactos epidemiológicos aparentes que sugieren un riesgo emergente para la salud pública mundial.
La comunidad científica ha estado monitoreando el avance de la variante Lambda, y han registrado su presencia creciente en Chile, Argentina y Ecuador.
El 23 de junio, el Sistema de Salud Pública del Reino Unido puso esta variante en la lista de cepas a investigar, especialmente por su rápida diseminación.
Comparada con la variante Delta que surgió en la India y tiene dos mutaciones de proteínas, Lambda tiene siete, lo que le permite infectar las células sanas con más facilidad.
Hasta ahora, las distintas vacunas que se están utilizando para combatir la pandemia de COVID-19 han parecido ser efectivas contra las diferentes variantes del coronavirus. Se está monitoreando la reacción inmunitaria a Lambda.
Qué son las variantes o cepas de un virus
Los virus cambian constantemente a través de la mutación y siempre se espera que ocurran nuevas variantes de un virus. A veces surgen variantes o cepas que luego desaparecen.. Otras veces, persisten por largo tiempo. Se han documentado múltiples variantes del virus que causa COVID-19 en los Estados Unidos y en todo el mundo durante esta pandemia.
La forma que tienen los virus de sobrevivir es cambiar constantemente. A medida que el organismo humano "aprende" a combatirlos a través de la respuesta inmune, de la vacunación, los virus necesitan cambiar para seguir circulando.
Al cambiar, los virus se vuelven más diversos, explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Los científicos monitorean estos cambios, incluidos los cambios en la superficie del virus. Al estudiar cuidadosamente los virus, pueden aprender cómo los cambios en el virus pueden afectar la forma en que se propaga y la forma en que las personas se contagiarán.
Para explicar este proceso biológico, los CDC visualizan a un virus como un árbol que crece y se ramifica; cada rama del árbol es ligeramente diferente a las demás. Al comparar las ramas, los científicos pueden etiquetarlas según las diferencias. Estas pequeñas diferencias, o variantes, se han estudiado e identificado desde el comienzo de la pandemia de COVID-19.
Algunas variantes permiten que el virus se propague más fácilmente o lo hacen resistente a tratamientos o vacunas. Esas variantes deben controlarse con más atención.
Variantes que circulan en los Estados Unidos
Actualmente existen cuatro variantes notables en el país:
B.1.1.7 (Alfa): esta variante se detectó por primera vez en los Estados Unidos en diciembre de 2020. Inicialmente se registró en el Reino Unido.
B.1.351 (Beta): esta variante se detectó por primera vez en los Estados Unidos a fines de enero de 2021. Se observó inicialmente en Sudáfrica en diciembre de 2020.
P.1 (Gamma): esta variante se detectó por primera vez en los Estados Unidos en enero de 2021. La P.1 se identificó inicialmente en viajeros de Brasil, que fueron evaluados durante un examen de rutina en un aeropuerto de Japón, a principios de enero.
B.1.617.2 (Delta): esta variante se detectó por primera vez en los Estados Unidos en marzo de 2021. Se identificó inicialmente en la India en diciembre de 2020.
Estas variantes parecen propagarse más fácil y rápidamente que otras, lo que puede conducir a más casos de COVID-19. Un aumento en el número de casos ejercerá más presión sobre los recursos sanitarios, provocará más hospitalizaciones y, potencialmente, más muertes.