La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya no recomienda dos de las primeras terapias que se desarrollaron para tratar COVID-19: sotrovimab y casirivimab/imdevimab.
La razón es que no han demostrado ser útiles contra las nuevas variantes del coronavirus que causa la infección. Las autoridades sanitarias de los Estados Unidos siguen a la OMS en esta postura, luego que la entidad publicara una actualización de la lista de terapias para COVID en British Medical Journal.
La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) ya había cuestionado la eficacia de estas terapias desde febrero, cuando ya ómicron y sus parientes dominaban los casos.
Las dos medicinas, que fueron desarrolladas al comienzo de la pandemia, están diseñadas para funcionar al unirse a la proteína espiga del SARS-CoV-2 para neutralizar la capacidad del virus de infectar células.
La OMS decidió expandir su recomendación sobre la droga remdesivir, también desarrollada temprano en la pandemia, para casos graves de COVID y casos en los que haya alta posibilidad de hospitalización.
Los expertos siguen expresando que la mejor forma de mantener alejado al coronavirus que causa COVID es vacunándose.
La vacunación sigue siendo la menor manera de "acorralar" al virus para que no siga infectando. Cuánto más gente vacunada hay, más posibilidades hay de que se forme una "inmunidad colectiva" o "de rebaño", una suerte de barrera de sistemas inmunes humanos que va debilitando al virus.
Las vacunas disponibles contra COVID protegen hasta un 95% de contraer el coronavirus y desarrollar COVID-19.
El objetivo de la vacuna es enseñarle al sistema inmune a reconocer y combatir el virus que causa COVID-19.
La vacuna contiene sustancias que actúan neutralizando la acción de una proteína que ayuda al coronavirus a infectar el cuerpo humano. Además, al inmunizarse, el cuerpo se queda con un suministro de linfocitos T y linfocitos B que recordarán cómo combatir a ese virus en el futuro.
Vacunarse es uno de los muchos pasos que se puede tomar para protegerse y proteger a los demás de COVID-19. Esta protección contra COVID-19 es de vital importancia porque para algunas personas sufren una enfermedad grave de COVID, o mueren.
La vacunación masiva genera inmunidad colectiva: la ecuación es simple, a mayor cantidad de personas vacunadas, mayor es la protección contra el virus.
La vacunación protege al vacunado, protege a otros, y logra que la circulación del virus se debilite, porque deja de encontrar organismos a los que infectar.