Los complicados días de la pandemia de coronavirus pueden ser aun más difíciles de sobrellevar para las personas con ansiedad o que padecen trastornos obsesivo-compulsivos.
El miedo al contagio, a la exposición, la impotencia de no poder controlar al agente infeccioso pueden definitivamente generar crisis.
Y no se trata de unas pocas personas. Según la Asociación Estadounidense de Ansiedad y Depresión, en el país 40 millones de adultos tienen trastornos de ansiedad (un número de episodios de ansiedad cada año), es decir el 18% de la población.
Desglosando otros números de la misma fuente surge que: cerca de 2 millones de personas han sido diagnosticadas con un trastorno obsesivo-compulsivo y 6 millones padecen de frecuentes ataques de pánico.
La salud mental de este gran grupo de personas es particularmente frágil en esta etapa, por muchas razones, ya que al temor a la infección se suma, por ejemplo, que no pueden conseguir desinfectante de manos, un producto que usualmente llevan en el bolsillo o la cartera todo el tiempo.
Generalmente, las personas con este tipo de trastornos necesitan de rutinas, que COVID-19 ha puesto patas para arriba. Ya es imposible seguir la minuciosa y metódica agenda.
Y, como si esto fuera poco, es muy probable que consultorios de terapeutas y servicios de salud mental estén cerrados o limitados, lo que cierra las puertas a la consultoría de urgencia.
¿Qué hacer? Las siguientes son algunas respuestas:
Algunos servicios terapéuticos, como el de la Universidad de California en Davis, ofrece consultoría a través de video conferencias. Puedes consultar con tu terapeuta y organizar sesiones en línea, a través de Skype u otras plataformas en donde puedan "encontrarse" cara a cara.
Recuerda que es esencial seguir las directrices de salud pública, como el distanciamiento social, que haya puesto en marcha tu gobierno local para frenar la propagación del coronavirus.
Los mismos expertos de UC Davis ofrecen una lista de consejos necesarios para mantenerse sano física y mentalmente durante esta crisis. Para los que sufren de trastornos y para los que no.
- Mantener la rutina diaria. Es esencial tener una agenda del día, levantarse de la cama y cambiarse (quedarse en pijama todo el día no es aconsejable)
- Mantener una buena nutrición, hidratación y ejercicios básicos (salir a caminar por el vecindario es una buena idea, pero no te pares a charlar con tu vecino, slúdalo a distancia)
- No alteres tus horas de sueño. Este nuevo hábito del distanciamiento social puede hacer que te encuentres viendo televisión hasta tarde, o levantándote tarde. Trata de mantener ocho horas de sueño, en tus horarios habituales.
- No dejes de comunicarte. ¡Estamos en la era de internet! Se trata del distanciamiento social físico, no digital. Puedes hablar con amigos y familiares, y verlos online.
- Juega juegos de mesa con tu familia, vean juntos una película. Esta, aunque por una razón triste, es un momento único para reconectar con tus seres queridos en tu hogar.
- Tómate un descanso de las noticias sobre la pandemia. Si bien es importante estar informado, especialmente sobre las reglamentaciones y casos en tu área, el exceso de números puede acelerar la sensación de angustia.
- Habla con tu familia sobre la pandemia. Compartir información y charlar sobre las noticias puede ayudar a que los menores de la casa sobrelleven esta inusual situación de la mejor manera posible.