Los días de aislamiento social disparan reacciones distintas en los adolescentes. Para algunos es un confinamiento forzado, por supuesto, "culpa de los padres". Para otros, es la oportunidad de refugiarse en la cueva de su habitación, con más tiempo de exposición a pantallas de todos los tamaños.
Para todos, es un momento de desafío personal y colectivo. Y, una vez más, los padres deben comprenderlos, apoyarlos y guiarlos para que esta nueva y temporal normalidad no lesione vínculos y genere crisis mayores.
En principio, vale la pena recordar conceptos básicos que definen el "ser teen":
- Por definición el adolescente es rebelde
- Está buscando su independencia, lo que a menudo incluye desafíos
- El lóbulo frontal de su cerebro aún se está desarrollando, lo que significa que no tienen todavía habilidades tales como el control de los impulsos, la gratificación, y la comprensión cabal de las consecuencias de sus acciones
- Aunque no lo reconocerán, dependen mucho de sus redes sociales
Ellos son víctimas mentales extremadamente vulnerables de la pandemia de COVID-19.
Un estudio publicado en abril por Mental Health America, una organización de defensa de los pacientes y de servicios de salud mental con sede en Alexandria, Virginia, revela que las personas menores de 25 años son las más afectadas por la ansiedad y la depresión vinculadas al aislamiento social y el miedo de infectarse con el coronavirus y desarrollar COVID-19.
Una conclusión que no sorprende a los expertos, a pesar que el virus ha demostrado ser mucho más mortal para las personas mayores.
Los problemas de salud mental ya estaban aumentando considerablemente entre adolescentes y adultos jóvenes antes de la pandemia.
El 50% de todas las enfermedades mentales de por vida se desarrollan a los 14 años y el 75% se desarrollan antes de los 24 años, indica la National Alliance on Mental Illness.
Y para agregar leña al fuego, ahora se suman peligrosos y potenciales riesgos de trastornos psicológicos: sus estudios y futuro están forzadamente entre paréntesis, no pueden estar con sus amigos, sus universidades están cerradas, sus trabajos se están evaporando, y un virus aterrador hace que algunos se pregunten si incluso quieren esos empleos. La idea de una nueva novia, un beso, también asusta.
Paul Gionfriddo, CEO de Mental Health America, dice que, en este escenario, los padres deben estar atentos incluso a cambios sutiles en el comportamiento o la rutina de sus hijos. Algunas de estas señales pueden ser que el joven empiece a comer menos, esté más distraído, más enojado o irritable, o que cambien sus patrones de sueño.
Los siguientes son consejos útiles de expertos sobre cómo transitar estos momentos complejos:
- Cuando inicias una conversación con tu hijo o hija y contestan mal, o dicen disparates, es fácil que te irriten y pierdas la paciencia. Respira profundo. Intenta que la comunicación con el o la adolescente no sea amenazante. La amenaza de castigos generará el efecto contrario al que buscas.
- Trata de comer con ellos, la mesa familiar siempre es un momento propicio para el diálogo.
- Comparte información sobre la pandemia, y muestra tus sentimientos. Los hijos no quieren padres-robot. Ellos también necesitan conocer tus temores y preocupaciones, pero también cómo superarlos.
- Trata de que comprendan que esta situación extrema es temporal, y que sus vidas no han cambiado para siempre.
- También es importante que sientan que nadie les ha robado nada y que, literalmente, todo el mundo, en distintos niveles, está viviendo esta situación pandémica atípica.
- Trata de mantener una rutina diaria, con determinadas horas de estudio (seguramente estén tomando clases virtuales) y también horas con otro tipo de actividades recreativas. Deja espacio para el ocio, en estos días es más necesario que nunca.
- Aunque te hayas resistido en el pasado, o tal vez no hayas tenido tiempo antes, quizás éste es el momento de compartir con tus hijos lo que hacen en las redes sociales. Investiga con ellos las aplicaciones que les fascinan, aprende cómo hacer videos graciosos en Tik Tok. Puede ser una ventana de oportunidad para charlas sobre lo bueno y lo malo de estas plataformas tan populares.
- Si tu área ya lo permite, sale con ellos a caminar, hacer deporte, tomar fotografías.
- Si las medidas de permanecer en casa se han relajado en tu zona y la familia está de acuerdo, los adolescentes pueden ganarse un dinero por ejemplo cuidando niños más pequeños, o pueden hacer voluntariado en su comunidad. Con las guarderías cerradas hay una gran demanda de cuidado infantil, y también de jóvenes altruistas que quieran ayudar en sus vecindarios, por ejemplo, con programas de entrega de comidas a personas que están pasando necesidad. O en sus comunidades religiosas.
- Pero, hagan lo que hagan, siempre ayúdalos a entender que esta pandemia no es un problema individual sino colectivo, en la familia y en la comunidad. Si ellos se protegen estarán protegiendo a sus seres queridos o amigos. Deben usar máscara si entran a una tienda o lugar cerrado, usar guantes de látex si es necesario, y lavarse las manos con frecuencia.
- De ser necesario consulta con un consejero escolar o, si tu hijo adolescente está teniendo sesiones con un terapeuta, éstas pueden seguir realizándose en forma virtual. Los teens son pro con la tecnología, ellos no tendrán problema en utilizarla.
Recursos de salud mental
El Child Mind Institute (www.childmind.org o 212-308-3118) ofrece una variedad de recursos, que incluyen sesiones de asesoramiento por teléfono. El sitio tiene recursos en español.
Si tus hijos o familiares adolescentes están angustiados, pueden realizar un examen de ansiedad o depresión visitando www.mhascreening.org. Obtendrán un resultado personalizado junto con recursos que incluyen material de lectura, videos y referencias a tratamiento por internet. El sitio tiene recursos en español.
Si el joven necesita apoyo emocional, o simplemente quiere desahogarse con alguien que lo escuche que no sea parte de la familia y por el cual sienta empatía, puede llamar a una línea de apoyo. Para obtener una lista de números por estado, visita www.warmline.org.
La Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias del Departamento de Salud y Servicios Humanos tiene un buscador de servicios por dirección, estado o código postal.
La Línea de Vida Nacional para la Prevención del Suicidio es 1-800-273-8255. El número para mensajes de texto es HOME o 741741.
Ok2Talk.org es una comunidad en línea segura y moderada donde adolescentes y adultos jóvenes pueden compartir sus historias de recuperación, lucha o esperanza a través de expresiones creativas como poesía o canciones, citas inspiradoras, videos y mensajes de apoyo. Tiene recursos en español. Los fundadores de esta plataforma incluyen a la Alianza Nacional de Salud Mental (NAMI), Active Minds y Mental Health America.
Fuentes: Escuela de Medicina de Harvard, CDC, APA, KHN, VCU Richmond, NAMI