¿Tienes la mejor de las intenciones de hacer ejercicio, pero no te da el tiempo? Prepárate para cambiar de actitud, porque esa excusa ya no te servirá después de leer este artículo.
Para muchos, la razón principal para no hacer ejercicios es la falta de tiempo. A menudo escuchamos o nos escudamos detrás de frases como: “El tiempo vuela”, “las veinticuatro horas del día no son suficientes” o “el día no me alcanza”...
Haz el ejercicio una prioridad
¿Cuáles son las cinco prioridades principales en tu vida? Piénsalo bien. Tener buena salud debe ser una de ellas, pues probablemente no podrás ocuparte del resto si ésta te falta.
Para darle a tus prioridades la importancia que se merecen, diles “no” a aquellos aspectos que se interponen con éstas y separa el tiempo necesario para concentrarte en tus actividades prioritarias. Prueba dedicarte a tus prioridades y darles el tiempo que ameritan; te asombrarás cuánto tiempo desperdiciabas en actividades de poca importancia en tu vida.
Algunas de tus prioridades pueden combinarse entre sí. Por ejemplo, si el pasar más tiempo con tus amigos o familiares es muy importante para ti, quizás lo puedas combinar con el ejercicio, montar bicicleta, correr, caminar o jugar con tus seres queridos.
Si quieres hacer ejercicio por una hora o más, no es necesario que lo hagas todo junto, sino que puedes hacer dos sesiones de 30 a 45 minutos al día; por ejemplo, una en la mañana y otra en la tarde. Si solamente dispones de 30 minutos, debes aumentar la intensidad de tu entrenamiento para obtener mejores resultados.
No te olvides de variar tu rutina de ejercicio y seleccionar actividades que realmente disfrutes. Si no te gusta correr, no lo hagas, porque terminarás sintiendo aversión a hacerlo día tras día y casi siempre encontrarás una excusa para evitarlo. Por el contrario, si el ejercicio se convierte en una parte divertida de tu vida, lo aguardarás con ansia y te darás tiempo para hacerlo.
En la casa
¿Cuántas horas al día ves la televisión? En los Estados Unidos, la familia promedio pasa 7 horas y 40 minutos diarios frente al televisor. ¡En vez de encender el televisor, podrías aprovechar parte de ese tiempo para hacer ejercicio!
¿Has intentado levantarte a primera hora para hacer ejercicio pero prefieres seguir durmiendo? Aunque suene contradictorio, la clave está en dormir de siete a ocho horas cada noche para poder levantarte más temprano.
Cuando duermes bien, tu mente está más clara y tienes más energía y eficiencia para terminar tus tareas en el trabajo con mayor rapidez e incluso te sobrará energía para hacer ejercicios. Si te acuestas antes de lo acostumbrado y te despiertas más temprano, puedes aprovechar ese tiempo para realizar tu entrenamiento o actividad física y no tener que preocuparte de esto más tarde. ¡Al que madruga Dios lo ayuda!
Si pasas mucho tiempo en la cocina, puedes buscar varias alternativas para reducirlo. Prepara varias comidas cuando tengas tiempo y congélalas en porciones individuales para recalentarlas cuando lo desees. También ahorrarás tiempo si compras alimentos convenientes como la ensalada preempacada, los vegetales precortados, las salsas ya preparadas y el queso en tajadas. También puedes aprovechar las excelentes recetas que tenemos en MiDieta TM que además son muy fáciles de preparar.
En el trabajo
¿Pasas mucho tiempo en la oficina? En la actualidad existe la opción de trabajar desde la casa y muchas empresas lo han incorporado como estrategia para incrementar la productividad y la satisfacción laboral, así como para ayudar al medio ambiente al disminuir la cantidad del tráfico. Pregúntale a tu jefe si es posible trabajar desde tu casa uno o dos días a la semana y así disminuirás tu estrés, te evitarás el conducir y tendrás más tiempo para hacer ejercicios.
Si trabajar desde tu hogar no es una opción, trata de apartar por lo menos dos días a la semana en los cuales no trabajes hasta tarde. En esos días, haz del ejercicio tu prioridad y no te sientas culpable por no trabajar horas extras en la oficina.
Después del trabajo, quizás pasas horas en el tráfico mientras tu auto avanza milímetro a milímetro, al igual que miles de personas cada día. En lugar de atascarte en el tráfico, ¡podrías hacer ejercicio! Asiste a un gimnasio cerca de tu oficina en vez de conducir a la casa después que sales del trabajo. Así, cuando llegues a tu hogar, te habrás evitado las horas pico del tráfico y podrás relajarte, sabiendo que hiciste algo por tu cuerpo.
Otra opción es llevar ropa de ejercicio al trabajo y correr o caminar en algún lugar cercano. Estas alternativas también pueden ayudarte a evitar ciertas actividades de ocio que son tan tentadoras al llegar a la casa, como el ver televisión, comer bocadillos poco saludables o jugar con la computadora, entre otros.
De igual manera, puedes aprovechar la hora del almuerzo para realizar alguna actividad física si conoces de algún lugar conveniente. Si tu gimnasio queda cerca de la oficina, incluso podrías darte el lujo de ducharte después del ejercicio. Si eres de los que te tardas en arreglarte, el caminar a paso vigoroso podría ser una buena opción.
¿Qué esperas? Ya no pierdas tu tiempo en otras cosas. Deja de leer este artículo y ¡sal ya a hacer ejercicio!
*Especialista en nutrición deportiva y actividad física de MiDieta™
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