El Dr. Brian Glass, de la Escuela de Ciencias Biológicas y Químicas de la Universidad Queen Mary, autor principal de estudio, aseguró que su trabajo demuestra que “la flexibilidad cognitiva, la piedra angular de la inteligencia humana, no es un rasgo estático”, se puede entrenar y mejorar con el uso de herramientas de aprendizaje divertidas.
La investigación se basó en las pruebas psicológicas realizadas antes y después a 72 voluntarias que jugaron el videojuego de estrategia en tiempo real de ciencia ficción militar 'StarCraft' y un segundo grupo el juego de simulación social 'The Sims'. Tras jugar durante 40 horas semanales por espacio de dos meses, se observó que el primer grupo fue más rápido y preciso en las tareas de flexibilidad cognitiva –que estaban destinados a evaluar la capacidad de una persona para “cambiar” de una tarea a otra– en comparación con los del segundo grupo.
Puntos clave
“Investigaciones anterior ha demostrado que los videojuegos de acción, tal como Halo, pueden acelerar la toma de decisiones, pero el trabajo actual encuentra que los juegos de estrategia en tiempo real pueden promover nuestra capacidad de pensar sobre la marcha y aprender de los errores del pasado”, estableció Brian Glass.
Otros estudios sobre los videojuegos
Un estudio realizado por la Universidad Técnica de Nanyang en Singapur mostró que los usuarios de videojuegos de estrategia o de acción pueden mejorar sus habilidades cognitivas y de percepción.
Los autores del experimento, Adam Chie-Ming Oei y Michael Donald Patterson, aseguran que “entrenar habilidades cognitivas específicas con frecuencia en un videojuego mejora el rendimiento en tareas que comparten similares características".
La investigación señala que los juegos de acción mejorarían la percepción visual y la atención simultánea sobre varios objetivos, en tanto que los juegos que suponen búsqueda mejoraron la memoria espacial de los participantes.
Otra investigación realizada por la Universidad de Toronto, Canadá acerca de los efectos de los videojuegos de acción y violentos en el cerebro de los jugadores registró las ondas cerebrales antes y después de que jugaran, centrándose en cuánto tardaban en reconocer un objeto y el análisis del campo visual. Los resultados mostraron que quienes usaron un juego de acción mejoraban significativamente su atención visual.
Por otro lado, una estudio científico de la Universidad de Padua, Italia, basada en el uso de los videojuegos descubrió que ayudarían a mejorar la concentración y habilidades de algunos niños con trastornos con déficit de atención y dislexia (dificultades para leer o escribir).
El equipo liderado por el psicólogo Andrea Facoetti, llegó a la conclusión de que los niños con dislexia que jugaron durante 12 horas en dos semanas a juegos de ritmo rápido y que requieren de tomar decisiones con velocidad de reflejos y bajo un nivel alto de estrés, lograron adecuar su dificultad para la lectura contra aquellos que durante el mismo período sólo hicieron ejercicios de alfabetización.
En tanto, científicos de la Universidad de Texas Medical Branch en Galveston hallaron que los adolescentes que juegan videojuegos con un mínimo de dos horas al día, están mejores preparados como cirujanos virtuales que algunos médicos residentes.
En el estudio se utilizó una máquina que replica cirugías. El desempeño de los participantes fue medido en base a la calidad de sus tareas, la coordinación entre mano y ojo y la tensión que se puso sobre los instrumentos. El resultado fue que los adolescentes mostraron más pericia que los propios médicos.