¿Cada vez te cuesta más recordar un número telefónico o el nombre de algún conocido? ¿Se te olvida con frecuencia la clave del cajero o el nombre de una canción? Estas “lagunas” mentales son normales en medida que vas cumpliendo más años, pero no quiere decir que debas resignarte al olvido: mantener tu cerebro joven es posible y puedes comenzar a protegerlo del deterioro a cualquier edad.
Después de pasar la mediana edad los olvidos comienzan a ser parte de la rutina, así como la dificultad para hacer varias tareas al mismo tiempo. Cuando esto empieza a ocurrir, conservar la buena la memoria y otras funciones mentales, como la atención, el lenguaje y el razonamiento, se convierte en una preocupación. La buena noticia es que este deterioro se puede abordar a partir de la plasticidad neuronal y la reserva cognitiva.
“Una de las teorías científicas que más respuestas ha aportado al momento es la de la plasticidad neuronal, la cual se refiere a la capacidad que tiene el cerebro de formar nuevas conexiones que se activan ante la presencia de estímulos novedosos. Es esta habilidad del sistema nervioso la que nos permite incorporar nuevos aprendizajes, experiencias y conductas”, explica Carolina Feldberg, especialista del Servicio de Neurociencias Cognitivas del Instituto de Neurociencia de Buenos Aires, Argentina.
Además, varias investigaciones han dado forma a la idea de que existe una reserva que protege al cerebro de los daños. Se trata de la llamada reserva cognitiva.y su desarrollo está ligado a las actividades y ambientes enriquecedores.
“La exposición a ambientes complejos y actividades novedosas resulta una de las principales estrategias para la promoción de un envejecimiento cognitivo saludable. Diferentes estudios científicos ponen en evidencia que la mayor participación en actividades intelectuales se asocia con mayores niveles de rendimiento cognitivo en una amplia gama de tareas”, afirma Feldberg.
Las teorías de la reserva cognitiva y de la plasticidad neuronal han servido a los especialistas para definir intervenciones que se pueden realizar a cualquier edad para promover un envejecimiento cognitivo saludable. No hace falta esperar que empiecen los olvidos para tomar medidas..
Mantener la mente activa y rodeada de nuevos estímulos promueve la formación de redes que protegen al cerebro frente a la aparición de una lesión o enfermedad degenerativa. En ese sentido, las actividades recreativas pueden servir para entrenar y mantener las habilidades cognitivas, pero su efectividad depende del tipo de actividad que se realice. La especialista explica que la elección se debe basar en tres puntos clave: que le guste a la persona, que sea novedosa y que sea social.
Las actividades con amigos, los pasatiempos apasionantes o emprender nuevos proyectos que resulten retadores mentalmente pueden significar un gran beneficioso para el cerebro. En conjunto, estos actos promueven una vejez saludable y retardan la aparición de los síntomas del envejecimiento cognitivo, como los olvidos recurrentes y la enfermedad de Alzheimer.
Estas actividades pueden completarse adoptando ciertos hábitos, como los cinco principios que ha definido la Asociación Mundial de Alzheimer para prevenir enfermedades y llevar un estilo de vida positivo. Esto se resume en cuidar tu salud cardiovascular, llevar una alimentación saludable, hacer actividad física, fomentar la actividad cognitiva y no olvidar la interacción social.
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