Una dieta creada por investigadores del Centro Médico de la Universidad Rush puede ayudar a disminuir el deterioro cognitivo en los sobrevivientes de un ACV o stroke, de acuerdo con una investigación preliminar presentada ayer en la Conferencia Internacional 2018 de la American Stroke Association, en Los Ángeles.
Este hallazgo es significativo porque los sobrevivientes de un accidente cerebrovascular tienen el doble de probabilidades de desarrollar demencia en comparación con la población general.
Conocida como dieta MIND, abreviatura de Mediterranean-DASH Diet Intervention for Neurodegenerative Delay, combina la dieta mediterránea con los enfoques de la dieta para detener la hipertensión (DASH) pero con modificaciones basadas en la mejor evidencia científica sobre nutrición y salud cerebral. Tiene 15 componentes dietéticos, incluidos 10 grupos de alimentos saludables para el cerebro y cinco grupos no saludables: carnes rojas, mantequilla, queso, pasteles y dulces, y comida frita o rápida.
Hace hincapié en comer frutos secos, frijoles, aves de corral, verduras, bayas, pescado, aceite de oliva y granos integrales con un consumo moderado de vino.
La coautora del estudio Martha Clare Morris, epidemióloga nutricional del Centro Médico de la Universidad Rush en Chicago, es la creadora principal de la dieta MIND, que se ha asociado con la reducción del riesgo de Alzheimer en personas mayores que siguen estrictamente sus recomendaciones alimenticias.
Menor deterioro cognitivo
"Sabemos que los sobrevivientes de un ACV tienen el doble de probabilidades de desarrollar demencia en comparación con la población general", señaló en un comunicado la autora principal, doctora Laurel J. Cherian, neuróloga vascular y profesora asistente de ciencias neurológicas en el Centro Médico de la Universidad Rush.
Los investigadores realizaron un seguimiento durante 4.7 años a 106 personas que habían sufrido accidentes cerebrovasculares y descubrieron que los más leales a la dieta MIND tenían un índice de deterioro cognitivo mucho más lento que las personas que seguían en menor medida con la dieta.
Los pacientes fueron agrupados en aquellos que eran altamente adherentes a la dieta, moderadamente adherentes y menos adherentes. También se examinaron los factores que se sabe que afectan el rendimiento cognitivo, incluida la edad, el sexo, el nivel educativo, la participación en actividades cognitivamente estimulantes, la actividad física, el tabaquismo y la genética.
Los resultados señalaron que:
- Aquellos que estaban en el grupo altamente adherente tuvieron una tasa de deterioro cognitivo sustancialmente más lenta que las personas que se adhirieron menos a la dieta.
- El efecto estimado de la dieta se mantuvo fuerte incluso después de tener en cuenta el nivel de educación de los participantes y la participación en actividades cognitivas y físicas.
- Si bien la adherencia a la dieta MIND estuvo altamente asociada con una menor tasa de deterioro cognitivo en pacientes con accidente cerebrovascular, las dietas mediterránea y DASH no se asociaron con un deterioro cognitivo más lento.
Salud del cerebro
"Las dietas mediterránea y DASH han demostrado proteger contra la enfermedad coronaria y el accidente cerebrovascular, pero parece que los nutrientes que se destacan en la dieta MIND pueden ser más adecuados para la salud general del cerebro y preservar la cognición", dijo Cherian.
Agregó, además, que los estudios han encontrado que el ácido fólico, la vitamina E, los ácidos grasos omega-3, los carotenoides y los flavonoides se asocian con tasas más bajas de deterioro cognitivo, mientras que las grasas saturadas e hidrogenadas se han asociado con la demencia.
Una de las limitaciones que se destacaron sobre este estudio es el tamaño reducido de la muestra, además de ser observacional. Es necesario un estudio más amplio para validar los hallazgos del equipo y evaluar los resultados a largo plazo de la dieta MIND.
Sin embargo, los resultados proporcionan un punto de partida alentador para las personas que han sido afectadas por un accidente cerebrovascular.