Un proyecto de investigación de casi una década ha dado lugar a un avance crucial en la investigación del cáncer. Los científicos han aclarado cómo el “efecto Warburg”, un fenómeno donde se comprobó que las células cancerosas descomponen rápidamente los azúcares, estimula el crecimiento del tumor.
Aunque el hallazgo del efecto Warburg data de 1950, este descubrimiento reciente proporciona evidencia de una correlación positiva entre el azúcar y el cáncer, que puede tener impactos de gran alcance por ejemplo, en dietas hechas a medida para pacientes con cáncer.
Mucho es lo que se necesita avanzar respecto de este hallazgo, pero el estudio del efecto Warburg o la observación de que los tumores convierten cantidades significativamente más altas de azúcar en lactato, en comparación con los tejidos sanos, se viene estudiando desde 2008 bajo el liderazgo de Johan Thevelein del Leuven Center for Microbiology (VIB-KU) en Bélgica, junto a otros colegas científicos.
Azúcar Vs. células cancerosas
Si bien las primeras investigaciones sobre el metabolismo de las células cancerosas se centraron en el mapeo de las características metabólicas, este estudio aclara el vínculo entre la desviación metabólica y la potencia de las células cancerosas.
"Nuestra investigación revela cómo el consumo de azúcar hiperactivo de las células cancerosas conduce a un círculo vicioso de estimulación continua del desarrollo y crecimiento del cáncer. Por lo tanto, es capaz de explicar la correlación entre la fuerza del efecto Warburg y la agresividad del tumor. Este vínculo entre el azúcar y el cáncer tiene consecuencias radicales. Nuestros resultados proporcionan una base para futuras investigaciones en este sentido, que ahora se pueden realizar con un enfoque mucho más preciso y relevante" dijo el líder del estudio, Johan Thevelein. La investigación fue publicada en Nature Communications.
Cómo se alimenta el cáncer
Las células cancerosas generalmente crecen rápidamente, multiplicándose a una velocidad rápida, lo que requiere de mucha energía. Esto significa que necesitan mucha glucosa, el combustible de las células, que proviene de los alimentos.
Pero las células cancerosas también necesitan muchos otros nutrientes, como los aminoácidos y las grasas; no es sólo el azúcar lo que necesitan.
Aquí es donde nació el mito de que el azúcar alimenta el cáncer: si las células cancerosas necesitan mucha glucosa, cortar el azúcar de nuestra dieta debe ayudar a detener el cáncer e incluso detenerlo. Desafortunadamente, no es tan simple. Todas nuestras células sanas también necesitan glucosa, y no hay forma de decirle a nuestros cuerpos que permitan que las células sanas tengan la glucosa que necesitan, pero que no se las den a las células cancerosas.
No hay certeza de que seguir una dieta "sin azúcar" disminuya el riesgo de tener cáncer o aumenta las posibilidades de sobrevivir si se le diagnostica. Y seguir dietas severamente restringidas con cantidades muy bajas de carbohidratos podría dañar la salud a largo plazo al eliminar los alimentos que son buenas fuentes de fibra y vitaminas. Esto es particularmente importante para los pacientes con cáncer.
¿Entonces para qué sirve el hallazgo? Aunque no hay evidencia de que cortar los carbohidratos de nuestra dieta ayude a tratar el cáncer, investigaciones han demostrado que comprender las formas anormales en que las células cancerosas producen energía, podría conducir al desarrollo de nuevos fármacos que cierren los procesos de toma de energía de las células cancerosas, pero que no impiden que las células sanas produzcan energía. Y los investigadores están probando medicamentos que funcionen de esta manera.
En segundo lugar, los procesos anormales en las células cancerosas también pueden hacerlas menos capaces de adaptarse cuando se enfrentan a la falta de otros nutrientes, como los aminoácidos. Estas vulnerabilidades potenciales podrían conducir a nuevos tratamientos también.
Azúcar, obesidad y cáncer: cóctel peligroso
Ciertamente, no es un motivo para que los pacientes con cáncer intenten hacerlo ellos mismos restringiendo su dieta durante el tratamiento, e incluso, podría ser peligroso, informa el Cancer Research UK de Reino Unido.
Si el azúcar no causa cáncer, ¿por qué preocuparse? Porque existe un vínculo indirecto: comer mucha azúcar puede hacer que aumentes de peso, y la evidencia científica sólida muestra que el sobrepeso u obesidad aumenta el riesgo de 13 tipos diferentes de cáncer. De hecho, la obesidad es la principal causa prevenible de cáncer después del hábito de fumar, concluye le citada fuente.