Para quien quiera alejar el fantasma del cáncer de próstata, cada vez hay más estudios que sugieren que un cambio de hábitos puede ayudar a reducir los riesgos de desarrollarlo. Beber mucha agua y cuidar la dieta sería un factor importante a considerar, al igual que el ejercicio habitual.
También conviene ser muy riguroso con los controles de rutina con un especialista. averiguar si hay antecedentes familiares de cáncer de próstata, y hacérselo saber al médico si existieran.
El paso del tiempo aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de próstata, por eso a partir de los 50 años hay que reforzar los cuidados y controles. Sin embargo, el 80% de los casos se diagnostican recién a partir de los 65 años, donde las personas de raza negra y los que tienen antecedentes familiares son los de más riesgo de desarrollar este tipo de cáncer.
Según informa la Lic. en Nutrición. Alicia Crocco en un artículo en el diario argentino Clarín, hay evidencias científicas de que la alimentación puede ayudar a reducir en un 30 a 50% el riesgo de desarrollar cáncer de próstata. Por eso la experta sugiere incluir en la dieta algunos alimentos como los siguientes:
- Vegetales variados: un estudio de la Universidad de California, en San Francisco, EE.UU. reveló que consumir varias porciones semanales de espinacas u otras verduras de hoja verde puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer de próstata.
- Tomate: una investigación de las Universidades de Bristol, Cambridge y Oxford demostró que comer 10 porciones semanales de tomate fresco, triturado, en salsas, etc., reduce en un 18% el riesgo de desarrollar cáncer de próstata.
- Ají rojo: por su contenido de capsaicina y antioxidantes, ayuda a reducir el riesgo de cáncer de próstata y en el caso de existir un tumor, a reducir la velocidad de su desarrollo.
- Frutas
- Granos enteros
- Legumbres: Crocco sugiere utilizar hierbas secas y alimentos ricos en saponinas como el ginseng, paprika, espárragos, porotos de soja, cebollas rojas y garbanzos.
- Pescados azules (salmón, atún): son ricos en ácidos grasos omega 3. Un estudio científico realizado por la Universidad de Auckland y publicado en el British Journal of Cancer demostró que los hombres que ingerían pescados grasos más de una vez por semana reducían el riesgo de desarrollar un tipo agresivo de cáncer de próstata.
- Grasas saludables: aceite de canola, lino, oliva, de calabaza (particularmente beneficiosa para la próstata) o de melón. El aceite de lino ayuda a equilibrar naturalmente las hormonas de la próstata. La Lic. Crocco aconseja agregar una cucharadita a un vaso de jugo de naranja (o a cualquier otra bebida) y beber una vez por día.
- Té verde: investigadores californianos demostraron que beberlo reduce la inflamación el tejido prostático por su contenido de polifenoles.
- Palmitos: la Lic. Crocco indica que pueden ser beneficioso por sus propiedades antisépticas, y por ser un astringente natural que combate el dolor, la inflamación y el agrandamiento de la próstata. También ayudan a que el cuerpo elimine toxinas y elementos irritantes a través de la orina.
Alimentos y costumbres a evitar
- Carbohidratos simples: la Lic. Crocco aconseja evitar las golosinas y las sodas, al igual que el pan y el arroz blancos.
- Alimentos ricos en grasa animal: carne y derivados, leche, queso y yogur enteros, galletas.
- Carne roja muy cocida (casi quemada): un estudio afirma que los hombres que comen carne muy cocida o casi quemada (en especial, hamburguesas) varias veces por semana pueden llegar a duplicar el riesgo de desarrollar cáncer de próstata del tipo agresivo.
- Suplemento de selenio y vitamina E: un estudio halló que contrariamente a lo que se cree, su consumo no previene el cáncer de próstata y hasta podría ser perjudicial para algunos hombres.
- Calcio: ingerir altos niveles durante un tiempo prolongado aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de próstata.
- Alcohol: se aconseja limitar el consumo a no más de 5 vasos por semana.