En el cáncer de mama inflamatorio las reglas de la exploración personal ante la posible presencia de un bulto se desvanecen porque este tipo de cáncer no se presenta de esa forma tradicional sino que tiene otras señales para manifestarse.
En efecto, el cáncer de mama inflamatorio es una forma rara, pero agresiva, de cáncer de mama. La clave para sobrevivir al diagnóstico es la detección temprana y la existencia de profesionales sanitarios especializados en el cáncer de mama inflamatorio.
Aunque representa entre el 2%-6% de todos los cánceres de mama, la supervivencia global a los 5 años es del 40%, en comparación con casi el 90% con todos los tipos de cáncer de mama combinados.
Señales diferentes
Es importante tener en cuenta que los síntomas pueden presentarse de distintas maneras y en cada paciente las señales son únicas. En todo caso, los especialistas advierten que lo que hace diferente al cáncer de mama inflamatorio de otros cánceres de mama es que los síntomas evolucionan con gran rapidez, en solo semanas. La mayoría de las mujeres con cáncer de mama inflamatorio no llegan a detectar un bulto. El cáncer de mama inflamatorio cubre rápidamente la mama en forma de láminas que producen un engrosamiento de la piel, pero sin bultos detectables.
El cáncer de mama es el más extendido entre el género femenino, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que asegura que esto se da tanto en los países desarrollados como en los que están en vías de desarrollo.
Los síntomas generales del cáncer de mama inflamatorio pueden ser:
- Hinchazón de la mama. Un día puede aparecer una mama mucho mayor que la otra
- Picor
- Zona de color rosa, rojo u oscuro, a veces con hoyuelos en la piel de la mama, que adquiere un aspecto de “piel de naranja”
- Crestas y zonas engrosadas de la piel
- Mama que se siente caliente al tacto
- Retracción o aplanamiento del pezón
- Dolor mamario
No es necesario tener todos estos síntomas para pensar en la posibilidad de un cáncer de mama inflamatorio. El cuadro clínico de cada paciente es único. Dado que los síntomas del cáncer de mama inflamatorio son muy similares a los de una infección (mastitis), el médico quizá le recete un ciclo de antibióticos. Cuando los síntomas no mejoren o incluso empeoren, se recomienda un estudio de imagen de las mamas (mamografía y ecografía) y una biopsia. El diagnóstico del cáncer de mama inflamatorio en un estadio precoz puede salvar la vida.
En la mayoría de casos, no se siente un bulto en la mama, sino que hay un aspecto inflamatorio que afecta al menos a una tercera parte de su volumen, explicó el jefe de Oncología en el Hospital del Mar de Barcelona, España, y catedrático de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), Joan Albanell. Esto se da porque las células cancerosas bloquean los vasos linfáticos que hay en la piel. Eso provoca que la zona se inflame, según publica el Instituto Nacional del Cáncer (NCI por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
A veces también ocurre que las mamografías rutinarias pasan por alto el cáncer de mama inflamatorio por eso es tan importante que los especialistas tengan la agudeza de reconocerlo. En algunos casos, las metástasis ya son detectables en el momento del diagnóstico, advirtió Albanell. Como resultado, las posibilidades de curarlo son mucho menores que en el resto de cánceres de mama.