La primera prueba fisiológica para diagnosticar el autismo ha demostrado una gran precisión. El test fue creado hace más de un año por investigadores del Instituto Politécnico Rensselaer, en Nueva York, y tras un período de seguimiento, confirmaron que es realmente efectivo al evaluar si un niño está dentro del espectro autista.
El informe sobre el seguimiento que hicieron a la prueba, que utiliza un algoritmo para predecir si un niño tiene un trastorno del espectro autista (TEA) basado en metabolitos de una muestra de sangre, fue publicado en Bioengineering & Translational Medicine. El hecho de que un test fisiológico respalde el proceso de diagnóstico tiene el potencial de reducir la edad en la que se detecta el trastorno, lo que llevaría a un tratamiento más temprano.
Se estima que aproximadamente el 1.7% de los niños son diagnosticados con TEA, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Se ha comprobado que el diagnóstico precoz conduce a mejores resultados, sin embargo, hasta ahora este depende únicamente de las observaciones clínicas y a la mayoría de los niños se les diagnostica después de los cuatro años de edad.
"Podemos predecir con 88% de precisión si los niños tienen autismo", dijo en un comunicado Juergen Hahn, director del departamento de Ingeniería Biomédica del instituto Rensselaer y autor principal de la investigación. "Esto es extremadamente prometedor", agregó.
El enfoque desarrollado por Hahn utiliza técnicas de big data para buscar patrones en metabolitos relevantes para dos vías celulares conectadas con enlaces sospechosos de TEA. El biólogo de sistemas y su equipo usaron dicho enfoque para recrear el algoritmo predictivo y lo aplicaron a un grupo de 154 niños.
Este estudio valida los resultados de la investigación original de 2017, cuando se creo el test y se llevaron a cabo las primeras pruebas. Hahn afirmó que "este es un enfoque que nos gustaría ver avanzar en los ensayos clínicos y, finalmente, en una prueba comercialmente disponible".
Casos en aumento
El trastorno del espectro autista es un grupo de discapacidades del desarrollo que pueden provocar problemas sociales, comunicacionales y conductuales significativos. Sus causas exactas se desconocen, posiblemente sean respuesta a una combinación de factores ligados a una biología y una química anormales en el cerebro.
Las tasas de TEA han aumentado en Estados Unidos. Según las últimas estimaciones de CDC, cerca de 1 de cada 59 niños de 8 años fue diagnosticados con el trastorno en 2014, mientras que en 2012 fue 1 en 68.
Los expertos aún no pueden asegurar si el autismo en realidad está en aumento o si los nuevos números se deben a las mejoras en el reconocimiento y el diagnóstico de la enfermedad.
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