El asma es un problema de salud pública. En EE.UU. 1 de cada 12 niños de 0 a 17 años la padece: afecta a alrededor de 6 millones de niños.
Es una enfermedad grave que causa sibilancias, dificultad para respirar y tos. Durante toda la vida, puede causar daño pulmonar permanente. Actualmente, alrededor del 16% de los niños afroamericanos y el 7% de los niños blancos, tienen asma.
Si bien no sabemos qué causa el asma, sí sabemos cómo prevenir los ataques o al menos hacerlos menos severos. Hoy en día, los niños con asma y sus cuidadores informan menos ataques, faltaron menos días a la escuela y reportaron menos visitas al hospital, si se compara con el año 2001.
Más niños con asma están aprendiendo a controlar su asma usando un plan de acción para el asma de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Dicho plan ayuda a los niños a usar los medicamentos de manera adecuada y los guía para detectar y evitar los desencadenantes del asma, como el humo del tabaco, la caspa de las mascotas y la contaminación del aire. Para conocer el plan, haz click aquí.
Menos casos pero aún preocupan las cifras
Los ataques se han reducido en los niños de todas las razas y etnias desde 2001 hasta 2016. Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos oficiales, más de la mitad de los niños con asma sufrieron uno o más ataques en 2016. Cada año, 1 de cada 6 niños con asma visita el Departamento de Emergencia, y aproximadamente 1 de cada 20 niños con asma es hospitalizado por la enfermedad.
Los ataques de asma están ocurriendo con mayor frecuencia entre los niños menores de 5 años, informan los CDC.
El asma de tu niño está bajo control si:
- Tiene síntomas no más de 2 días a la semana, y estos síntomas no lo despiertan después de dormir más de 1 o 2 noches al mes.
- Puede hacer todas sus actividades normales.
- No tiene más de 1 ataque de asma al año que requiera que tome una píldora o líquido durante varios días para tratar el ataque.
- Su flujo máximo (una medida de qué tan bien entra y sale el aire de sus pulmones) no cae por debajo del 80% de su mejor nivel personal.
- Debe tomar medicamentos de alivio rápido no más de 2 días a la semana.
Cómo prevenir los ataques de asma
Usar medicamentos según lo prescripto por el médico puede prevenir ataques de asma, como los corticosteroides inhalados y otros medicamentos de control. Los inhaladores o nebulizadores pueden aliviar rápidamente los síntomas.
El problema es que aproximadamente la mitad de los niños a los que se les recetan fármacos para el control del asma, no los usan con regularidad.
Los padres, cuidadores y docentes deben aprender sobre el asma, cómo manejarlo y cómo reconocer las señales de advertencia de un ataque de asma, y tomar medidas para reducir la exposición a los desencadenantes, como el humo de tabaco, el moho y la caspa de mascotas en el hogar.
Si los cuidadores fuman, deberían intentar dejarlo o al menos, nunca fumar cerca de los niños con asma.
Por último, si tu hijo padece de asma, asegúrate de que use su controlador medicinal según lo prescripto por el médico. Y comunícate con las escuelas, otros miembros de la familia, cuidadores y proveedores de atención médica para informarles sobre la condición del niño.