Los ex fumadores con una dieta rica en tomates y frutas, especialmente manzanas, experimentaron una disminución natural más lenta de la función pulmonar durante un período de 10 años, según un estudio de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg. Los hallazgos plantean la posibilidad de que los nutrientes en estos alimentos pueden ayudar a restaurar el daño pulmonar causado por el tabaquismo.
Los investigadores encontraron que los adultos que en promedio comieron más de dos tomates al día, o más de tres porciones de fruta fresca, tuvieron una disminución más lenta en la función pulmonar en comparación con los que comieron menos de un tomate o menos de una porción de fruta al día.
El estudio también indagó acerca de otras fuentes dietéticas, como alimentos procesados que contienen frutas y verduras, por ejemplo la salsa de tomate, pero el efecto protector solo se observó en frutas y verduras frescas. Los resultados fueron publicados en la revista especializada European Respiratory Journal.
"Esta investigación muestra que la dieta puede ayudar a reparar el daño pulmonar en personas que han dejado de fumar. También sugiere que una dieta rica en frutas puede ralentizar el proceso natural de envejecimiento del pulmón, incluso si nunca se ha fumado. Los hallazgos respaldan la necesidad de recomendaciones dietéticas, especialmente para las personas en riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias como la EPOC", señaló en un comunicado Vanessa Garcia-Larsen, profesora asistente en el Departamento de Salud Internacional de la Escuela Bloomberg y autora principal del estudio.
Dieta y función pulmonar
El equipo de investigación evaluó la dieta y la función pulmonar de más de 650 adultos en 2002, luego repitió las pruebas en el mismo grupo de participantes 10 años después. Los participantes de tres países europeos (Alemania, Noruega y el Reino Unido) completaron cuestionarios para valorar sus dietas y la ingesta nutricional general. También se sometieron a una espirometría, un procedimiento que mide la capacidad de los pulmones para absorber oxígeno.
Los científicos midieron cuánto aire podía expulsar cada persona de sus pulmones en un segundo y cuánto podían inhalar en seis segundos. Además, controlaron la edad, la altura, el sexo, el índice de masa corporal, el nivel socioeconómico, la actividad física y la ingesta total de energía.
"La función pulmonar comienza a disminuir alrededor de los 30 años a velocidad variable, dependiendo de la salud general y específica de las personas. Nuestro estudio sugiere que comer más frutas de forma regular puede ayudar a atenuar el deterioro a medida que las personas envejecen e incluso ayudar a reparar el daño causado por el tabaquismo. La dieta podría convertirse en una forma de combatir el aumento del diagnóstico de EPOC en todo el mundo", destacó Garcia-Larsen.