Si quieres mejorar tu salud, consume menos azúcar. Es un hecho que olvidarte de lo dulce te traerá beneficios, y te aseguramos que son muchos más que bajar la cantidad de calorías de tu dieta para no engordar.
El estadounidense promedio consume una 100 libras de alimentos dulces al año, y decimos alimentos porque no solo se trata de postres. Donald Hensrud, director del Programa de Vida Saludable de la Clínica Mayo, declaró al Minneapolis Star Tribune que el 68% de los los productos empaquetados de supermercados tienen azúcar agregada. Esto significa que podemos estar ingiriendo azúcar, incluso sin darnos cuenta.
No toda el azúcar es mala, ni toda es buena. La buena se llama glucosa y es necesaria para sobrevivir porque "es el principal alimento del cerebro y es una fuente muy importante de combustible para todo el cuerpo", explica en un artículo Kristina Rother, experta en edulcorantes de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por su sigla en inglés). Sin embargo, no tenemos que añadir azúcar a nuestra dieta, ya que podemos generar glucosa a partir de los alimentos que consumimos como frutas, verduras y leche.
La mala son los azúcares añadidos que, además, se consumen en exceso. En primer lugar, no agregan valor nutricional, sino calorías (y son una de las causas de la epidemia mundial de obesidad). Su consumo está relacionado con la aparición de diabetes tipo 2, caries dental, inflamación, enfermedades del corazón y el síndrome metabólico. Y, por ser un alimento que causa adicción, es posible que desplace a otros más saludables (seguro prefieres un helado dulce y cremoso que una porción de frutos secos como snack).
Las gaseosas, bebidas energéticas y otras bebidas son la principal fuente de azúcares añadidos en la dieta, según Rother. Incluso a los jugos, que contienen naturalmente una gran cantidad de azúcar, se les añade para hacer que tengan un sabor más dulce y esto disminuye sus beneficios nutricionales.
Cómo alejarte de lo dulce
Muchas personas tratan de disminuir el consumo de azúcar comprando alimentos bajos en calorías o bebidas dietéticas. Estos alimentos tienen edulcorantes artificiales o sustitutos de azúcar, y su consumo no es totalmente seguro ni recomendable.
Puedes comenzar comiendo alimentos bajos en azúcar, unos 5 gramos por porción. También es necesario que aprendas a identificar los diferentes nombres de los azúcares añadidos como sacarosa, edulcorante de maíz o de fructosa, jarabe de maíz alto en fructosa, de malta o de arce, concentrados de jugos de frutas, néctares, azúcar en bruto, fructosa líquida, miel, melaza y dextrosa anhidra.
La información sobre cantidades y endulzantes suele estar disponible en las etiquetas de muchos alimentos. Si el endulzante está entre los primeros en la lista de ingredientes, es probable que el alimento tenga un alto contenido de azúcar.
Otra alternativa, un poco más extrema, es sacarla por completo de tu vida, aunque sea por un tiempo. Si dejas el azúcar, "mientras estés obteniendo las calorías adecuadas, realmente no hay ningún problema físico o de salud", explica el especialista de la Clínica Mayo.
En dos semanas puedes comenzar a sentir los beneficios, como apreciar mejor la dulzura natural de los alimentos integrales, de las frutas y de las verduras, que tienen azúcar natural, fibra y otros nutrientes.
Dejar o disminuir el consumo de azúcar puede ser un reto, mas no un imposible. Tu salud lo agradecerá.
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