La crisis de adicción a los opioides que atraviesa Estados Unidos -una epidemia que provocó 70,000 muertes en 2017- según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) plantea a los médicos el dilema de cómo resolver el problema del dolor en sus pacientes.
Ahora muchas personas que necesitan alivio del dolor debido a enfermedades crónicas, accidentes o cirugías, no pueden acceder a los opioides en la misma medida que antes, pues en muchos estados se les insta a los médicos a no prescribir esta clase de analgésicos.
Los reguladores gubernamentales de salud, las juntas médicas y los auditores de los planes de salud están siguiendo las prescripciones de la práctica médica, y entonces los profesionales se sienten cada vez más limitados para recetar opioides. Están disminuyendo las dosis de sus pacientes, prescribiendo menos, o rechazando la prescripción de todas las sustancias controladas, refiriendo a esos pacientes a especialistas del dolor.
Entonces, las personas buscan alivio en analgésicos de venta libre que no están exentos de riesgos ni de peligrosos efectos secundarios, sobre todo en los mayores, cuya capacidad de procesarlos se vuelve más deficiente con los años.
La Academia Americana de Médicos de Familia informa que existen dos tipos principales de analgésicos de venta libre: el acetaminofén, presente en Tylenol y otros medicamentos; y los AINE (antiinflamatorios no esteroideos), como el ibuprofeno, las aspirinas, el naproxeno sódico o el diclofenaco. Ambos tipos alivian el dolor y la fiebre, pero para cada uno existen diferentes precauciones.
Daños y peligros en forma de venta libre
Si bien los daños de los opioides están documentados, no hay estudios actuales que especifiquen los daños causados por el abuso de los analgésicos de venta libre, señaló el Dr.
Cary Reid, de la Facultad de Medicina Weill Cornell en Nueva York, según un informe aparecido en Association of Health Care Journalists.
“Sabemos que hay más personas con dolor que están recurriendo a tratamientos de venta libre sin receta, pero no he visto un estudio sobre el impacto de este cambio", dijo.
Muchos adultos mayores buscan sus botellas enormes de Aleve o Advil, en tamaños jumbo de 300 unidades de las que se venden en los supermercados. Es posible que piensen en ellos para aliviar cualquier molestia en sus actividades diarias, e incluso creen que pueden mejorar su ritmo. Reid piensa que eso no es recomendable. Él limita los AINE en su propia práctica para tratar los brotes crónicos de artritis y otras afecciones con la expectativa de que los pacientes se retiren del medicamento en una o dos semanas. Pero afirma que no deben usarse todos los días sin una razón real.
Los daños de los analgésicos de venta libre existen, y el peligro es mayor porque la gente los consigue en cualquier tienda y los toma despreocupadamente. Pero un reciente estudio de la Universidad de Montreal, en Canadá, advierte que los analgésicos de uso común, como Motrin, Advil y Aleve, podrían aumentar el riesgo de ataque cardíaco, incluso en la primera semana de uso.
Los AINE estudiados por esos investigadores fueron ibuprofeno (Motrin, Advil); naproxeno (Aleve); diclofenac (Voltaren) y celecoxib (Celebrex).
Los AINE se usan comúnmente para tratar el dolor y la inflamación por afecciones a largo plazo, como la artritis y otras enfermedades de las articulaciones. Muchas personas también los toman por problemas a corto plazo, como los calambres menstruales, la fiebre por un resfriado o la gripe, o el dolor ocasional de espalda o cabeza.
El mayor riesgo de ataque cardíaco vinculado con los AINE se observó con unas dosis más altas durante el primer mes de uso. Se halló que una dosis diarias de más de 1,200 mg de ibuprofeno y de más de 750 mg de naproxeno, eran particularmente nocivas en esos primeros 30 días.
Por qué deberías limitarlos
El acetaminofeno (Tylenol), uno de los analgésicos más utilizados en EE.UU. puede causar daño hepático grave si se toman más de 4,000 mg al día y mucho más si se usan otros medicamentos al mismo tiempo. Con las cápsulas de Tylenol de "fuerza extra" de 500 mg, eso es 8 pastillas por día.
Para contrarrestar los daños del consumo, Tylenol redujo recientemente su dosis máxima recomendada a 3,000 mg por día. O sólo 3 de sus comprimidos de liberación prolongada, es decir, 650 mg.
Por su parte, la aspirina simple también tiene riesgos y puede provocar síntomas de asma y reacciones anafilácticas en pacientes sensibles.
El Dr. Chad Brummett, profesor asociado de anestesiología y director de la División de Investigación del Dolor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan, dijo que la mayoría de los no esteroides son razonablemente seguros y efectivos. Pero él también notó "serias consecuencias, incluida la mortalidad asociada con sangrado en el intestino".
Lo que los adultos mayores deben reconocer es que si están sintiendo irritación del sistema digestivo, malestar estomacal, enfermedad grave de reflujo gastroesofágico (ERGE) o acidez estomacal, deben hablar con su médico sobre la supervisión adicional antes de tomar cualquier analgésico de venta libre o si lo están tomando, cómo continuar el tratamiento, subrayó el especialista.
Efectos secundarios comprobados de los analgésicos
1. Producen daño hepático
La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) informó que los fármacos que contienen acetaminofén, un ingrediente activo de muchos analgésicos como el Tylenol, deben advertir a los consumidores sobre posibles daños al hígado, a través de un mensaje en las etiquetas, sobre todo si se toman por mucho tiempo.
2. Aumentan el riesgo coronario
Una revisión de 2013 de la Unidad de Estudios Epidemiológicos de la Universidad de Oxford, en Inglaterra, halló que las personas que toman dosis altas de los analgésicos comunes conocidos como antiinflamatorios no esteroides (AINE) se enfrentan a un mayor riesgo de padecer problemas del corazón.
3. Elevan el riesgo de ACV
Aunque los AINE se usan mundialmente para tratar afecciones inflamatorias como la artritis reumatoide, el estudio inglés halló que tomar 2,400 mg de ibuprofeno o 150 mg de diclofenac al día, aumenta el riesgo de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares (ACV) y muerte, en alrededor de un tercio.
4. Causan efecto rebote
Los dolores de cabeza de rebote, es decir, que continúan reapareciendo, pueden ocurrir por el consumo excesivo de analgésicos. Los pacientes que toman analgésicos por más de 3 días a la semana de manera regular, pueden desarrollar este cuadro, informa la Biblioteca Nacional de Medicina.
5. Irritan el estómago
Según el Dr. Theodore R. Fields, del Colegio Médico Weill Cornell, "Los antiinflamatorios no esteroideos (NSAID) comúnmente afectan el estómago, haciéndolo más sensible a la acidez, por lo que al utilizarlos por largos períodos o en dosis elevadas, provocarían reflujo y úlceras que pueden llegar a sangrar".
6. Provocan problemas renales
Tomar analgésicos AINE en grandes dosis o por períodos largos provocaría problemas en los riñones, informa la National Kidney Foundation. Para evitar el riesgo, toma sólo la dosis adecuada por el menor lapso posible, o toma acetaminofén. Si padeces alguna enfermedad renal, habla con tu médico antes, para evitar riesgos.
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