Aunque la cifra había disminuido, el número de estudiantes de secundaria que consumen tabaco tuvo un repunte en 2018: Hoy son unos 4.9 millones los usuarios de estos productos, mientras que en 2017 fueron 3.6 millones.
Las cifras provienen de un nuevo informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) que indica que esos 4.9 millones de estudiantes de escuela secundaria superior y media fueron consumidores corrientes de algún tipo de producto de tabaco en el 2018. El incremento de más de un millón de consumidores del último año tiene que ver con el auge de los cigarrillos electrónicos.
“El desenfrenado aumento en el uso de cigarrillos electrónicos entre la gente joven a lo largo del año pasado amenaza con deshacer el progreso logrado en la reducción del consumo de tabaco entre los jóvenes. Está poniendo a una nueva generación de personas en riesgo de adicción a la nicotina”, dijo en un comunicado el director del institución Robert R. Redfield.
En el año 2018 hubo 1.5 millones más de jóvenes que usaban cigarrillos electrónicos que en el 2017, y aquellos que los usaban, lo hacían con mayor frecuencia, se explica en el informe. El uso frecuente de estos dispositivos (de más de 20 días en el último mes) aumentó de 20% en 2017 a 28% en 2018, entre los estudiantes de escuela secundaria superior.
El incremento del uso de estos dispositivos ha sido reseñado ampliamente. Más de 1 de cada 4 estudiantes del último año de secundaria dijeron que habían vapeado en 2016 y, al parecer, la mayoría no sabía que se trataba de un producto potencialmente adictivo, según la encuesta Monitoring the Future.
A esta situación se sumó el uso de dispositivos tan pequeños que parecen una unidad de USB y han enganchado a los adolescentes. Uno de estos es el Juul, un minúsculos cigarrillo que resulta ideal para los estudiantes de secundaria que desean consumir nicotina y productos de tabaco.
En 2018 se publicó un informe de la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina (NASEM, por su sigla en inglés) que reveló que los cigarrillos electrónicos podrían ofrecer beneficios de salud para los fumadores adultos, cuando son un reemplazo de los convencionales. Sin embargo, también podrían atraer a los adolescentes al consumo de tabaco y aumentar el riesgo de que desarrollen este hábito.
Scott Gottlieb, comisionado de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA), tiene una perspectiva poco alentadora sobre la situación reportada por los CDC. Teme que la tendencia continuará en 2019 y que los obligará a tomar algunas decisiones difíciles sobre la regulación de los dispositivos.
“Ningún niño debería estar usando o consumiendo ningún producto de tabaco o producto que contenga nicotina, y nosotros tenemos el compromiso de revertir esta epidemia”, declaró en un comunicado. Para ellos piensan tomar una serie de medidas cada vez más fuertes para abordar las causas del aumento del consumo y para asegurarse de que estos productos sean menos accesibles y menos atractivos para los jóvenes.
El consumo de tabaco es la principal causa de enfermedades y muertes prevenibles en Estados Unidos; la mayoría de los usuarios se inician durante la adolescencia. Casi todos los productos de tabaco, incluidos los cigarrillos electrónicos, contienen nicotina y, según los servicios de salud del país, la exposición a esta sustancia durante la adolescencia puede dañar el cerebro que aún está en desarrollo afectando la capacidad de aprendizaje, la memoria y la atención, y dando pie a una futura adicción.
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