Desde Monrovia, la capital de Liberia (imagen arriba de un hospital con pacientes de Ébola en esa ciudad) oficiales de salud habían informado el viernes 20 de noviembre que había tres casos confirmados de personas que estaban luchando contra el virus del Ébola, incluido el adolescente que falleció. Este país, que tuvo cerca de 4.800 víctimas en la epidemia que se desató en el 2014, fue declarado libre del virus dos veces por la OMS, en mayo y septiembre, pero el gérmen siempre volvió. O nunca se fue.
Para los científicos, no es una posibilidad alejada de la realidad, de hecho, un animal infectado puede iniciar una nueva cadena de contagio, afirman. Se cree que el caso cero en la epidemia que en África Occidental mató a más de 11.000 personas fue un pequeño de 2 años al que mordió un murciélago (ver historia arriba).
Un panel de expertos del Harvard Global Health Institute han criticado muy duramente a la OMS, ya que dicen que no tuvo una respuesta rápida, que es crítica en estos brotes. El doctor Ashish K. Jha, director de la entidad, dijo que "los expertos de la OMS sabían ya en primavera el riesgo de un brote y esperaron hasta agosto para declarar la emergencia sanitaria".
Este virus, que fue identificado en 1976, siempre se había manifestado en la zona oriental de África, específicamente en Zaire y Uganda, y había generado brotes en aldeas remotas, alejadas de los grandes centros urbanos.
Pero ahora, la lenta modernidad que llega a estas regiones, paradójicamente ha permitido que el virus del Ébola se expanda con más facilidad. Hace 35 años, cuando ocurrió el primer brote, poblaciones como Meliandou no tenían carreteras, y hoy sí cuentan con rutas que unen a la aldea con los países fronterizos.
La ruta del virus no fue errática: se fue acercando a las grandes ciudades, un recorrido inédito para el Ébola, y ya en marzo del 2014, casi tres meses después que muriera el primer niño infectado, se registraron casos en Conakry, la capital de Guinea, y en Monrovia, la capital de Liberia.
El Ébola es un virus hemorrágico que causa fiebre alta, tremendo dolor muscular y sangrados graves, por todos los orificios imaginables. Entre que se contrae el virus y se presentan los síntomas pueden pasar hasta dos semanas.
El virus del Ébola se contagia de persona a persona. Pero no es un virus aeróbico como lo era por ejemplo el de la viruela, no se contrae inhalando partículas de aire que contengan el virus, sino estando en contacto muy cercano con el paciente infectado.
Es esencial que el paciente reciba cuidado médico minuto a minuto y repose en un medio ambiente aséptico, para que el propio organismo luche contra el virus y termine erradicándolo.