"Nunca tuve Ébola. Nunca tuve síntomas de Ébola", escribe Hickox. "He dado negativo para el Ébola desde la primera noche en que estuve en la cárcel privada del gobernador de Nueva Jersey, en Newark" expresó Kaci Hickox.
Ella se está refiriendo a la tienda de campaña en el interior del Hospital Universitario de Newark en el que permaneció al regreso de Sierra Leona, donde había ido como voluntaria de Médicos Sin Fronteras para socorrer y curar a enfermos de Ébola.
Su decisión de oponerse a la política de cuarentena en Nueva Jersey la volvió popular y cuando ella llegó a su casa en Maine, despertó a una ola de curiosidad en los medios informativos.
Hickox afirma que Christie y el gobernador de Maine, Paul LePage, la utilizaron el algún sentido para promover sus propias agendas.
"Christie y LePage, decidieron hacer caso omiso de la ciencia médica y la constitución, con la esperanza de avanzar en sus carreras", dijo. "Ellos apuestan a que, al multiplicar el miedo y la desinformación existente acerca del Ébola haría que, en última instancia, podrían manipular a todo el mundo y proclamarse a sí mismos como los protectores del pueblo” escribe textualmente Hickox en el artículo de The Guardian.
Hickox, de 33 años, también explicó que existe una gran necesidad de tener más voluntarios para socorrer a los que sufren de Ébola en África Occidental, y que aquéllos que regresan a Estados Unidos después de ayudar, deben ser recibidos con los brazos abiertos.
De acuerdo con líderes de las principales organizaciones de ayuda para curar el Ébola, el número de voluntarios dispuestos a ayudar a combatir la enfermedad en África occidental se ha reducido desde que se implementaron las cuarentenas obligatorias.
La medida tomada en octubre por las autoridades de Nueva York, Nueva Jersey e Illinois de imponer la cuarentena obligatoria para los trabajadores de salud que luchan en el epicentro de Ébola en África occidental y regresan al país, suscitó una gran polémica y rechazo por parte de expertos en salud.
"Yo quiero vivir en un país que ve llegar a los trabajadores de ayuda humanitaria desde África occidental y dice: Vamos a amarlos y a estar junto a ustedes ahora”, dijo Hickox. "Podemos vivir en la compasión, en lugar de ser gobernados por el miedo", concluyó.
Desde marzo de 2014, el feroz brote de Ébola que se expande sobre todo en África occidental, ha dejado un saldo de más de 5,000 muertes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).