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Tu hijo adolescente... ¿te manipula?
Por vwolman@holadoctor.net
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Ellos saben como lograr lo que quieren de sus padres y cuentan con un arsenal de estrategias para poder llevarlos justo ahí, al lugar donde quieren llevarlos y salirse con la suya. Generan desconcierto, frustración, dudas. Aquí te presentamos algunos signos que te permitirán descubrir si tu hijo adolescente te manipula.
Manipular es una forma de influenciar a los demás para lograr intereses propios, un recurso que puede presentarse en diferentes escenarios como las relaciones de trabajo, publicidad, marketing y hasta puede aparecer en relaciones familiares. Siempre surge de un deseo egoísta y en general, con un fin determinado.
Una etapa de desafíos
Durante la adolescencia, la manipulación se vuelve cada vez más importante a través de la mentira, el disimulo y la presión a los padres. Si la argumentación no tiene el efecto deseado en ellos, pueden entrar en juego una serie de tácticas de extorsión emocional pueden entrar en juego para que cambien de opinión.
La motivación que hay detrás
Existen muchas razones por las que los hijos manipulan a sus padres, explican los expertos en psicología familiar, en general todas ellas tienen como objetivo conseguir lo que quieren y a la vez ganar cierta atención, cubrir sus espaldas, sentirse independientes, grandes y poderosos.
El fin justifica los medios
David Swanson, psicólogo y autor de "Socorro: mi hijo me está volviendo loco", explica que estos mecanismos se encuentran en la naturaleza adolescente el querer obtener lo que desean a toda costa e intentar diferentes formas de hacerlo para poder estudiar la respuesta que obtienen de los adultos.
Estrategias comunes
Estas diferentes acciones para lograr sus objetivos, se encuentran en la base de gran parte de la problemática padres /hijos adolescentes, explica el terapeuta familiar Joshua Klapow, de la Universidad de Alabama quien propone desglosar una serie de estrategias para desarticular y estar consciente de los mecanismos de manipulación.
El insistente
Esta es quizás una estrategia que los niños utilizan desde que son pequeños. Saben que si insisten en algún momento sus padres dudarán o, por el simple hecho de callarlos, quizás piensen en darle aquello que piden. El ¿Puedo? ¿Puedo? ¿Puedo? dan lugar al ¿Por qué? convierten una conversación en algo parecido a una tortura para los padres.
Una forma de solución
Responde al fuego con fuego, recomienda la psicoterapeuta Stacy Kaiser, en su libro "Cómo ser un adulto: los 10 secretos que todos necesitan saber". Desarrolla tu propia frase que repetirás a tu hijo al estilo mantra, como por ejemplo, 'Debes terminar la tarea antes de salir'. Repítela tantas veces como sea necesario.
Reglas claras
Otra de las estrategias que recomiendan los expertos es utilizar el reloj y hacerle saber a tu hijo que ya le has dado una respuesta y que si sigue preguntándote las mismas cosas, comenzarás a mirar tu reloj y que por cada vez que repita, le quitarás equis cantidad de minutos de su actividad favorita o salida.
La odiosa mentira
Los adolescentes ocultan la verdad y mienten porque creen que de esa forma les será más fácil conseguir lo que quieren. Muchas veces mienten o no dicen toda la verdad y de esa forma creen que tienen más chances. Un ejemplo típico es pedir permiso para ir a la casa de un amigo pero no decir que sus padres están de viaje y que habrá alcohol.
La complicidad
A medida que crecen, las mentiras y estrategias para salirse con las suyas suelen ser más elaboradas, ya que cuentan con más recursos y determinación, pero siguen sin medir los peligros y las consecuencias de muchas de las cosas que hacen. Muchas veces incluso se ponen de acuerdo entre ellos sobre lo que le dirán a sus respectivos padres para que la mentira sea más creíble y consistente.
Una advertencia a tiempo
Es importante que puedas hablar con tu hijo sobre la mentira, que no será aceptable y tendrá consecuencias. Además, puedes resaltar el concepto de que las faltas repetidas son más graves aún, con lo que si sucede nuevamente las consecuencias serán aún mayores.
Ojo por ojo
Muchos adolescentes sienten enojo cuando sus padres no los dejan hacer lo que quieren y simplemente toman medidas en venganza por eso, como por ejemplo, no ordenar su habitación. "No caigas en la tentación de gritarle como si fuera un bebé, dicen los expertos, si bien los caprichos pueden parecerse, no caigas en la tentación de hacerlo..
Los límites
A los adolescentes lo que parece más importarles es lo que tiene que ver con salidas y aparatos electrónicos. Si persiste con sus conductas desafiantes, comienza quitándoles los videojuegos, su tiempo en la televisión o su celular. Los expertos incluso sugieren sacarlos de su casa y dárselo a un amigo para que lo guarde en la suya.
El chantaje
Estar triste y aparentarlo es una forma de preocupar y enternecer a los padres que usan los adolescentes. Debes enfocarte en que tu función como padre no es hacer que tu hijo sea feliz sino que esté preparado para enfrentar el mundo, con el grado de frustración y aprendizaje que eso conlleva.
Ser consistente
Si te enfocas en tus objetivos y eres consistente con tus palabras, no le hagas caso a tu hijo cuando te dice que le arruinas la vida o que nada tiene sentido sino va a tal o cual fiesta, por ejemplo. "Puedes usar frases como: sé que estoy arruinando tus planes pero debes terminar la tarea antes de salir", dicen los expertos.
Los impenetrables
Otra de las estrategias que utlizan los adolescentes de hoy en día para obtener lo que quieren es cerrarse y volverse como impenetrables. No quieren hablar, casi no salen de sus cuartos con la secreta esperanza de que los reclamos de los padres de esta forma desaparecerán como por arte de magia.
Una etapa diferente
Los adolescentes están en una etapa de consolidación de su personalidad y afirmación de su identidad. Necesitan rebelarse, poseen un mundo interior que requiere de tiempo en soledad o con sus amigos para desplegarse y de alguna forma, deben terminar con esa imagen todopoderosa de los padres de la infancia, muchas veces peleando con ellos.
Todos los tienen
Muchos usan este mecanismo que de alguna forma está destinado a crearte la duda sobre si los demás dan un permiso que tú no. Nadie quiere que su hijo quede marginado ni sea el único que no tiene permiso pero es probable que todos sus amigos estén utilizando la misma estrategia.
Qué hacer
Siempre y cuando haya normas mínimas que se cumplan y no exista una falta de respeto, puedes ir dándole a tu hijo adolescente ciertas libertades y responsabilidades que vayan fortaleciendo la confianza y la relación. Habla con otros padres y establezcan un acuerdo sobre normas y pautas para que puedan cumplirse y sean similares.